Nava acogió ayer la primera jornada del Encuentro de Economía Social y Solidaria en el Mundo Rural, una de cuyas actividades fue una mesa redonda de personas con experiencia en esta materia, y una de las conclusiones a las que se llegó, fue que "si queremos fijar población en el campo, hay que generar empleo, y no se está haciendo". Quien puso esta cuestión sobre la mesa fue el gerente de la Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado (ASATA), Miguel González. Según aseguró, los planes europeos Leader "no favorecen el cooperativismo, y ningún ayuntamiento da ayudas al cooperativismo; el Leader sólo favorece el trabajo autónomo; el problema es que, si quieres generar actividad tienes que tener unas empresas de cierto tamaño, y la única manera de hacerlo es ayudar en este sentido".

Otros participantes en la mesa redonda fueron Elena Martínez, de la Fundación Edes, de Tapia; María Oliva Martínez, de la cooperativa de Ayuda a Domicilio de Amieva, y Cándido Díaz, del centro de formación El Prial, de Infiesto. Este último considera que "muchos de los planes para evitar el despoblamiento del campo llegan cuando son inviables", y cree que "si no hacemos un trabajo serio y con una estrategia clara, la despoblación del campo será irreversible".

Por su parte, Elena Martínez sostuvo: "Tenemos que fomentar una cultura de la resistencia". Y puso el ejemplo de algunos lugares "en los que mandaban a su hijos fuera para que volvieran después a mejorar su territorio". Ahora, a su juicio, "deberíamos hacer lo mismo", porque no sólo es una cuestión económica, sino también ideológica.

Asturias tiene tan sólo un 12 por ciento de zona urbana y el resto, un 88 por ciento, de zona rural. Por eso es necesario hacerle caso a los pueblos. En la mesa redonda se insistió mucho en la necesidad de buscar estrategias de empleo, de cooperación, que fomenten que la gente no se vaya del campo, o que vuelva al mismo.

Para conseguirlo, hay que cambiar muchas cosas. Por ejemplo, plantear que nadie que no conozca un territorio pueda plantear planes en él.

Entre otras propuestas surgió la del técnico del Serida Enrique da Pena de fomentar la producción local exigiendo mínimos de productos asturianos en los comedores escolares, las residencias de mayores y los hospitales. A pesar de que Asturias tiene un gran potencial, sólo produce el 2 por ciento de lo que come.