Es época de guisantes, pero la de este año está siendo una cosecha escasa y llega con retraso. Así que, atendiendo a la ley de la oferta y la demanda, se venden más caros en los puestos de la plaza del mercado de Pola de Siero de los martes. No hay muchos y los que se ofertan son muy demandados.
"Vino mala cosecha porque fue un invierno con demasiada agua y frío, como los de antes", apuntó el agricultor Miguel Martínez. Estas circunstancias meteorológicas provocaron que "se retrasara, y muchas plantas se pudrieron por exceso de agua", explica, pues se anegaron justo "cuando estaban naciendo". Así que, si lo habitual es que en otras primaveras los guisantes ya estén listos en abril, en la huerta de Miguel Martínez empezaron a recoger los primeros la semana pasada. Por eso "vienen con casi un mes" de demora.
Pero lo característico de esta campaña ya no es sólo que vengan más tardíos, sino también que las plantas "tienen mucho menos". Así que, entre las que no se llegaron a lograr, pues muchas enfermaron y murieron, y las que no han dado tanto como se esperarba, los guisantes escasean en los puestos de la plaza de la Pola. Este agricultor estima que en su caso ha sacado adelante sólo la mitad de la cosecha de otras temporadas.
La consecuencia es que los precios han subido. Si el año pasado se vendían sobre los tres euros, ahora rondan los cuatro. Pero, así y todo, es un alimento que "se vende bien". En esta época es muy demandado, junto con la patata nueva, para prepararlos en menestra, aunque también están muy ricos y sabrosos con tomate y jamón, propone Miguel Martínez.
"Se venden bien porque es un producto que no tienen en muchos supermercados", destaca el agricultor. Su calidad no es comparable con los que ofrecen en las grandes superficies y tiendas, donde la mayoría son en lata. Muchos valoran la calidad de estos guisantes, que aquí comercializan con vaina. Martínez agrega que son trabajosos por sus cuidados y por el esbillado.
