El tiempo aguantó y la comida en la calle de Pravia se celebró por todo lo alto. Cientos de vecinos, familias y grupos de amigos se reunieron frente a los establecimientos hosteleros con las típicas viandas festivas, y los hubo que se arriesgaron a cocinar paella o chuletón. "Trajimos casi todo hecho de casa para hacer la paella, que es la primera vez que la preparamos, con pollo porque somos pobres y fit", comentó Alex López.

En las mesas no faltó alegría y buen ambiente, y los invitados se lo pasaron genial: "Vine a traer la carne de ternera gallega desde Foz y la verdad es que la fiesta está muy bien", dijo José María Fernández, invitado por pravianos. Para muchos es un día para juntarse y reunir a todos los pravianos que están viviendo fuera, como comentó Susana Membiela, "y ahora ya tenemos nuevas generaciones", detalló en referencia a la pequeña Daniela Buceta.

Muchas familias también se reúnen alrededor de la mesa, como la de Ana Cano, quien juntó a familia y amigos para la celebración, para algunos la primera: "Está muy guay y parece divertido", señaló Ángela Riesgo. Comiendo y bebiendo, los pravianos dieron por terminada la celebración de Corpus con la vista ya puesta en el Xiringüelu.