"Estamos aquí para que siga existiendo la fiesta de San Antonio. Es la única razón. Solo queremos que la gente lo pase bien". Estas palabras de Chema Puente resumen las intenciones de la directiva de la asociación San Antonio "Los Pepitas" -de la que es secretario-, constituida el año pasado para dar continuidad a la fiesta de la calle San Antonio, una celebración que cumple este año sus bodas de oro. Se celebrará entre los días 15, 16 y 17, el próximo fin de semana.

La suya, podría decirse, es una sucesión dinástica. Todos los que están ahora al frente del colectivo son hijos de antiguos organizadores. El presidente, Marcos Casielles, es hijo del fallecido Rodolfo Casielles; el mencionado secretario y el tesorero, Fran Puente, son hijos de José Puente, el único de la vieja guardia que se mantiene. Junto a ellos, en calidad de consortes, están Alejandra Gutiérrez, Yoana Artos y María Peña, esta última, a su vez, hija de Tato Peña, vecino de la calle y pionero, que tendrá el honor de protagonizar una propuesta novedosa de las bodas de oro: el pregón. Lo leerá el viernes, a las ocho de la tarde, antes del tradicional concierto de la banda de música.

También están Gisela Paz, hija de Graciela Paz, y Fernando Puente y Ricardo y Sara Hevia, hijos, respectivamente, de Manuel Puente y Covadonga Díaz, ambos fallecidos.

La fiesta comenzó hace 50 años con un espíritu muy parecido al que conserva hoy, pero con unas características algo distintas. Por lo pronto, las actividades del sábado por la tarde, destinadas a los niños, eran todo un acontecimiento. "Había cerca de 200 guajes en la calle, era impresionante", recuerda Fran Puente, que era uno de aquellos niños. Se celebraban carreras de sacos, competiciones de tiro de cuerda y pruebas que hoy se verían un poco locas, como la carrera de bicicletas por las calles estrechas del casco antiguo atestadas de público a ambos lados. Hoy permanecen los juegos y el concurso de dibujo "Pinta la calle", que organiza la clínica Paz Potel-Junot. En los primeros tiempos se colocaba un escenario con una orquesta a la altura de la sidrería Los Portales, y más tarde la discomóvil algo más abajo, justo a la entrada de la calle. La barra estaba situada en la parte alta, junto al discobar Abre César, pero el derribo del edificio obligó a ponerla en su actual ubicación.

Este año habrá una noche sesentera de viernes con el grupo "Blue Yeyés", y discomóvil de sábado y domingo.

El bar ofrecerá los tradicionales bocatas de lomo y criollo, y un bocata conmemorativo.

El domingo, habrá misa y sesión vermú con el grupo "Blue Milk". Y un cartel conmemorativo con contenido sorpresa.