Las fiestas de San Antonio de Muros de Nalón han salido a pedir de boca. Y eso que la organización, la asociación cultural y de festejos de Muros de Nalón, organizó la cita con tan sólo un mes de antelación, ante su inminente llegada y sin una comisión al frente. Pese al apuro y a la lluvia que cayó con intensidad durante el pasado fin de semana, los murenses disfrutaron de lo lindo de los festejos, que culminaron ayer con la procesión en honor del patrón de la parroquia y un vermú musical que continuó por la noche, de verbena.

"La verdad es que estamos muy contentos porque empezamos en mayo a organizar las fiestas porque veíamos que si no se hacían este año iban a desaparecer, así que nos juntamos un grupo del pueblo y en un mes lo hemos organizado todo", destacó Laura Pouso, miembro de la organización de los festejos. En su opinión, los vecinos han respondido muy bien al llamamiento del colectivo para participar en todos los actos, como el concurso de tortillas o el deporte rural, que animó a muchos a probar suerte con los troncos, o el día del bollo, entre otras actividades.

Y se han llevado el respaldo de los vecinos. "Prestan mucho las fiestas, lo hicieron muy bien y hubo mucho ambiente, la gente se movió", señaló Justina Zorita, vecina del pueblo. También lo sienten así en el colectivo: "La gente respondió muy bien y estamos muy satisfechos. Y también porque no hubo ningún problema, que siempre pasa algo o hay una pelea. Además, la carpa, que no sabíamos si ponerla o no, fue un acierto porque animó a que la gente estuviese en la fiesta a pesar de la lluvia", recuerda Pouso.

Y con buen ambiente se despidieron de San Antonio con una misa solemne y la procesión con el santo a hombros por las calles de la capital murense, seguido por los fieles. Tras el acto religioso, disfrutaron de un soleado vermú musical con el grupo "Kien lo diría Comedy Music Show". Las comidas familiares y de amigos dieron paso a una tarde de juegos y regalos entre los niños, que remataron con una merienda de chocolate caliente. En la noche, de nuevo verbena, la última de unos festejos rescatados in extremis.