La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Me voy ligera de equipaje", dice la madre Genoveva al dejar el asilo poleso

La religiosa, que cumplió una estancia de seis años, partirá el miércoles hacia Astorga y le sucede la madre Mercedes, que llega de Salamanca

La madre Genoveva Ruiz, en la entrada del asilo de la Pola, ayer. MARIOLA MENÉNDEZ

La madre Genoveva Ruiz Santos se va de la Pola, tras casi 6 años al frente la residencia Nuestra Señora de Covadonga, conocida popularmente como el asilo. La congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, a la que pertenece, la traslada a la Residencia de la Virgen de los Desamparados de Astorga (León).

Partirá hacia allí el miércoles, el mismo día que se incorpora su sucesora, la madre Mercedes, que llega de un geriátrico de Ciudad Rodrigo, en Salamanca. La madre provincial, Evangelina Rodríguez, será la encargada de acompañarlas en este cambio.

La madre Genoveva afronta esta nueva etapa "con entusiasmo y con ilusión". Ya estuvo en León, inició su andadura en Extremadura, en dos períodos estuvo en Alemania y en varias residencias de Burgos.

Pertenecen a la Provincia de San José, que agrupa a Castilla y León, Cantabria y Asturias, y cada 6 años son habituales estos cambios. "Voy ligera de equipaje", indica, porque sabía que este año cumplía el tiempo previsto en Pola de Siero, pero "nos llaman con 15 días de antelación y no sabes la fecha. Así que tienes que estar preparada para dejar la casa". Sus pertenencias caben en dos maletas, también el "recuerdo muy agradable" que se lleva de la Pola, donde deja "gente acogedora y alegre". Destaca que ha tenido la ocasión de relacionarse "muy bien con los acogidos, empleados y las hermanas de la comunidad". Ahora hay once.

"He conseguido, dentro de los pocos medios que tenemos, mejorar la casa para bien de la calidad de vida de los ancianos", reflexiona la madre superiora. Está orgullosa de la profesionalidad del personal que atiende a los mayores y también de la rehabilitación de la residencia que logró sacar adelante, al igual que del famoso Belén.

También se va satisfecha por haber dado a conocer la obra de los fundadores de su congregación, Santa Teresa de Jesús Jornet y el venerable padre Saturnino López Novoa. El alcalde de Siero, Ángel García, despidió ayer a la madre Genoveva, a quien le entregó de un pin de plata del Ayuntamiento de Siero, como "agradecimiento a sus años de trabajo y a la facilidad y sencillez que siempre demostró en el trato". Le deseó suerte en su nueva etapa en Astorga.

Compartir el artículo

stats