La iglesia parroquial de San Martín de Vega de Poja se llenó para dar el ultimo adiós a José Ramón Fonseca, el piloto sierense fallecido el pasado sábado en el rally de Santo Emiliano cuando acababa de concluir la primera sesión de entrenamientos, tras sufrir una crisis cardiaca de la que los servicios de urgencias no lo pudieron recuperar, a pesar de su rápida actuación.

Fueron muchos amigos y mucha gente del mundo del automovilismo quienes quisieron estar junto a la familia en el funeral, para el que se abarrotó la iglesia parroquial de Samartino.

Y la familia no dejó de recibir condolencias en las dos jornadas que estuvo la capilla ardiente en la Pola, todo el tiempo llena de gente. Y la despedida de Vega de Poja fue multitudinaria. Fonseca era vecino de la parroquia y, además, regentaba el Karting Pola, un establecimiento hostelero con circuito de karts por el que era muy conocido en el entorno, que estaba siempre muy concurrido y donde se daba cita a menudo la gente del mundo del automovilismo.

El funeral contó con la presencia de numerosos pilotos asturianos y miembros de la Federación Asturiana de Automovilismo, entre ellos su presidente, Carlos Márquez.

El párroco de Vega de Poja, Alberto Miranda Pérez, bendijo los restos del fallecido antes de que fueran introducidos en la iglesa, y allí ofició la misa en su honor.

Todo el mundo lamento la pérdida tan repentina de un hombrecaracterizado por su pasión por el automovilismo, que ya en 1975 lo había llevado a fundar el Motor Club Condal, de Noreña, y del que se destacó su buen carácter y su generosidad. Los restos de José Ramón Fonseca fueron enterrados tras la celebración del funeral en el cementerio parroquial de Vega de Poja.