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"Toda la vida se dio vino con el bollo, cuesta cambiar", advierten en Siero

Algunas comisiones como la de la Virgen de la Cabeza de Meres se plantean dar una botella de sidra, pero otras admiten que es difícil y que "no cuaja"

Las costumbres son difíciles de cambiar y ésta es la razón por la que el vino le sigue comiendo la tostada a la sidra a la hora del reparto del bollo con chorizo de muchas asociaciones de festejos a sus socios. No obstante, la tradición no es inamovible y algunas comisiones de Siero ya empiezan a dar los primeros pasos para apoyar la bebida asturiana, que aspira a ser reconocida por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Llagareros y el Club Sierense Amigos de la Manzana insisten en animar a empezar a acompañar el bollo con la bebida de la tierra. Cada vez son más las comisiones que empiezan a planteárselo, aunque no siempre gana el cambio.

En su última celebración, en mayo, la Sociedad de Festejos Virgen de la Cabeza de Meres volvió a optar por el vino, pero están estudiando sustituirla el año que viene por la botella de sidra. Así lo adelanta su presidente, Alejandro López. Les motiva "dar un producto de aquí, puede ser interesante" para acompañar a los 1.700 bollos que reparten. Además, en las romerías es la sidra la bebida más popular. Reconoce que hasta ahora no se habían parado "mucho a dar vueltas" al asunto porque organizar una fiesta requiere muchos otros asuntos, pero "puede que nos planteemos el cambio". Explica que mantener el vino es "porque siempre se dio", pues "de precio sale más o menos".

Donde también se lo plantearon fue en Trespando, pero al final no cuajó. "La gente es reacia a cambiar", justifica Javier Estrada, presidente de la Agrupación Socio Cultural Virgen del Carmen de Trespando. "Creo que es un tema de cultura, porque toda la vida se dio vino y a la gente le cuesta soltar esa etiqueta", argumenta. Él también presidió la asociación de vecinos del pueblo y en ese tiempo "no se planteó nunca", sólo se debatía sobre la calidad del vino que daban, pero no barajaban la posibilidad de sustituir los caldos de uva por los de manzana. "Aquí sí, ya se planteó para San José pero al final siempre tira el vino porque cuesta dar el salto".

En la misma línea se manifiesta Rubén Blanco, del grupo Cultural Recreativo La Cuerria, de Samartino: "Toda la vida la tradición fue dar el bollu con vino, nunca se planteó la sidra". En su momento, salía más cara y había problema para devolver las botellas. Ahora no, pues si un vino, como poco, ronda el euro o 1,10, la sidra, con cristal incluido, puede salirles por 1,20 o 1,30.

Eso sí, Rubén Blanco asegura que no están cerrados a la posibilidad de acompañar el bollu con caldo regional, si "dan facilidades para promocionar la sidra, no habría problema".

Unos de los pioneros en apoyar la bebida autóctona fueron los de la sociedad de festejos de Santa Isabel de Lugones. Su presidente, Óscar García Rilo, recuerda que llevan unos 25 años repartiendo sidra a los socios. Lo ven como "algo natural, porque es una romería y estamos en Asturias y lo normal es la sidra, que es lo que se bebe en las fiestas". Sus socios agradecen que sea así. Este año quieren ir un paso más allá y entregarán sidra con Denominación de Origen Protegida (DOP) porque apuestan por la calidad y aunque salga más cara lo consideran "una gasto más de la fiesta".

El año pasado siguieron los mismo pasos la Sociedad de Festejos La Llosa de Santa Eulalia de Vigil. "Es una forma de diferenciarse y proteger un producto asturiano. Ha tenido gran acogida", destaca Nacho Cavillo, vocal. Cree que los que aún son reacios es "por no querer innovar", pero "la gente lo agradece". Pide "que todo el mundo apoye la manzana y la sidra".

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