El Pleno se le volvió a atragantar al gobierno municipal de Carreño. No podrá dar de paso las facturas pendientes de pago con cargo al remanente sin dar explicaciones de su existencia, y deberá llevar ante Cogersa la propuesta de arreglar un camino en Tamón que el equipo de gobierno se niega insistentemente a reparar. Ni los ruegos y preguntas le salieron bien ayer al PSOE.

El gobierno acudió a la cita con la intención de que se aprobase la modificación presupuestaria para cargar al remanente algo más de 300.000 euros de facturas, algunas correspondientes al ejercicio anterior pero recibidas en el actual y otras cargadas sin tener respaldo presupuestario ni control por parte de los ediles del equipo de gobierno por supuesta urgencia en el gasto, según denunció en bloque la oposición.

Ante las dudas que generan unas facturas sin control, los tres grupos pidieron que se aplace la decisión a otro pleno mientras se "resuelve la controversia", pedía IU. "La tramitación en Pleno requiere de un procedimiento de revisión de oficio previo", señalaba la coalición.

También Somos rechazó seguir adelante con la aprobación de las facturas porque "el reconocimiento extrajudicial incurre en irregularidades que incumplen la contratación administrativa. Se puede incurrir en nulidad de pleno derecho. Hay facturas que no se entiende que sean urgentes".

El PP remató la situación diciendo que en este tipo de situaciones "llueve sobre mojado" debido al "descontrol en el gasto". Como ejemplo concreto, el portavoz del PP habló de facturas de conexión a internet del año anterior que se quieren cargar por urgencia, "como si no estuviesen previstas".

También se quedó solo el gobierno con un camino de Tamón que se niega a cargar al fondo de compensación de Cogersa, aunque el consorcio no le pone pegas. Para el gobierno, es un camino privado, aunque no dice de quién. El resto le exige que traslade a Cogersa la petición de arreglo de un camino "de uso público" que como público figura en el catastro.