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Siero y Noreña

Arrastrada al baile por Michael Jackson

Irene Fernández García, que tiene desde hace ocho años una academia en Noreña, empezó a bailar de niña atraída por el rey del pop

Los babys de hip hop, en una actuación. REPR. M. N. M.

A Irene Fernández García le gusta bailar desde que era una niña, y tuvo su particular epifanía cuando descubrió por la tele a Michael Jackson, una figura que fue su referente artístico hasta el día en que murió. Tal era su implicación que el día del fallecimiento del artista le daban el pésame. "Con seis o siete años me sabía todos los bailes de Michael Jackson, tenía posters, veía todos los vídeos, me ponía delante de la televisión y bailaba con él", relata.

Nacida en Carbayín, Irene tuvo como faro al artista norteamericano, pero el rey del pop no fue su única referencia. Su padre, muy aficionado a la música (de hecho tocó la batería en varios grupos) la puso en contacto con música de calidad, de estilos como el blues, el jazz o el soul. Entre la mucha música que escuchó, admiró a Aretha Franklin o a James Brown.

Aquella afición por el baile empezó a crecer, y tras una etapa formándose por su cuenta comenzó a recibir clases en academias, se formó con la Federación Española de Deporte, sacó un título en hip hop, estudió en Valencia y en Madrid y, tras trabajar para otros en gimnasios y academias, decidió probar suerte y ponerse por su cuenta.

Las circunstancias quisieron que se instalase en Noreña. No había academias en la villa, y encontró un local que reunía las condiciones para establecerse. Del principio de aquella aventura hace ya ocho años, y en todo ese tiempo la cosa ha ido creciendo. Ahora tiene un equipo con siete profesores, con el que está muy contenta, que imparten pilates, aeróbic, zumba y hip hop. Esta última disciplina es la suya, la que siempre le ha llamado y con la que se ha quedado. Su idea ha sido siempre delegar las otras disciplinas en gente que comparta su ilusión, sus gustos y sus principios.

En todo este tiempo ha visto crecer y evolucionar a sus alumnos, que para ella son "como una familia; hay gente que lleva conmigo incluso desde antes de que abriera en Noreña. Tiene alumnos de Arriondas, Oviedo, Gijón, La Pola, El Berrón y, por supuesto, de Noreña.

Su academia, "Swing Pire", forma parte inseparable de la vida cultural de la villa, y ha cosechado varios éxitos en concursos de baile. Los últimos, en el concurso de danza amateur de Asturias, cuya final se celebró celebrado en el auditorio de la Pola el día 23 de junio.

Tres de los grupos de la academia quedaron primeros en las fases clasificatorias, y pasaron a la final, y en la última prueba, uno de ellos ganó el primer premio.

A pesar de estos éxitos, Irene Fernández tiene claro que competir no es la razón de ser de su trabajo, sino bailar. Ella tiene un lema basado entres erres: respeto a uno mismo, respeto a los otros y responsabilidad. "Yo les digo siempre que la academia es como el colegio, donde aprendes, y los concursos son como ir de excursión; así es como hay que tomárselos, porque ganar sabe todo el mundo; en los concursos ganamos o aprendemos, no hay otra opción". Lo que ella quiere es que sus alumnos "vivan desde pequeños lo que es subirse al escenario, tener nervios, saber ganar, saber perder, aprender de otros, y que los que quieran dedicarse a ello vean que se puede pero que hay que currárselo mucho". En suma, que no pierdan la ilusión, que sigan amando el baile como ella demuestra cada día.

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