"El cultivo del arándano aún tiene margen para crecer: la gente empieza a conocerlo, lo consume más, es fácil de comer y tiene buen sabor". Así de contundente se mostró ayer el director-gerente del Serida, Ramón Juste, durante la presentación del III Festival de los Frutos Rojos de Villaviciosa. Su visión la comparte el presidente de Asturian Berries y de la Cooperativa de Agricultores de Gijón, Joaquín Vázquez, quien valoró la creciente demanda que el producto tiene dentro de la región. "Antes se mandaba mucho para fuera, Reino Unido y por ahí pero cada vez es más frecuente encontrarlo en los supermercados de aquí", ejemplificó.

La temporada de recogida de arándanos que ahora comienza en la región y que se extenderá hasta octubre se prevé buena, según indicaron miembros del sector como Marcos Villar, que regenta una finca de seis hectáreas en Sietes (Villaviciosa). El precio del kilo en el festival del arándano maliayés alcanzó el año pasado los 12 euros el kilo y llegó a los dieciséis para las variedades en ecológico, una cifra que podría aumentar en la nueva edición. En el concejo de Villaviciosa se localizan algunas de las explotaciones comerciales pioneras en España y es el concejo que cuenta con mayor número de productores (15 de un total de 72) así como de mayor superficie (cerca de 50 hectáreas). Los agricultores locales hacen hincapié en la necesidad de que la administración pública mejore los caminos que dan acceso a explotaciones para facilitar su transporte en ópticas condiciones. Requieren además nuevas jornadas de formación para combatir plagas como la "mosca del vinagre" que daña los frutos.