Jóvenes principiantes, expertos profesionales, alumnos y profesores, y hasta jubilados. Un grupo muy heterogéneo de personas que tienen una cosa en común: la música. Todos ellos compartieron esa pasión en el VI Festival de Música que tuvo lugar ayer en Villaviciosa y que estuvo marcado por esa multiplicidad de personas que unió a la banda de Villaviciosa y a "El Bemol" de Galapagar, Madrid. Antes de empezar, José Antonio Fernández, director de la banda anfitriona, dejó claro el objetivo del acto de "exponer nuestro trabajo y compartirlo con otras asociaciones".

Tambores, clarinetes y saxofones comenzaron a sonar a las siete de la tarde cuando los componentes de las dos bandas arrancaron el desfile que los llevaría hasta la plaza del ayuntamiento de la localidad maliayesa. Aquí, el casi centenar de músicos fue recibido por el alcalde y por los aplausos de los vecinos y turistas que estaban en la zona.

Tras el pertinente acto de cortesía en el que el alcalde y la directiva de la banda anfitriona agradeció a los madrileños su participación, los músicos pusieron rumbo a la plaza de la casa de los Hevia, donde tuvo lugar el concierto. No sin antes dejar claras sus esperanzas de que el tiempo aguantase, pese a las amenazantes nubes.

Ya en el patio, donde el escenario estaba preparado y parte del público listo para el concierto, una componente de la banda de Villaviciosa hizo los honores de presentar a la banda "El Bemol" y a su director, Ricardo Sangabino Molina.

El concierto de los músicos visitantes se vio interrumpido por los aplausos del público, que fue incrementando su número a medida que avanzaba la velada. De sus cuatro actuaciones destacó el tributo a Michael Jackson, que a más de uno le sonaría.

Tras ellos otra presentación, esta vez la de la banda local. Encargada de cerrar este festival de música que se repite año tras año y que se ha convertido ya en un potente atractivo musical en la zona.