Los trabajos arqueológicos para buscar los restos de Lucus Asturum comenzarán, muy probablemente, el próximo mes de septiembre. Así lo aseguró ayer el alcalde, Gerardo Sanz, en la presentación de la revista "Perxuraos", publicación dirigida y fundada por el director del Real Instituto de Estudios Asturianos, Ramón Rodríguez. Actualmente el proyecto se encuentra pendiente del proceso de adjudicación y se estima que los trabajos se prolongarán durante uno o dos meses.

Excavar en Lucus Asturum era una de las grandes pretensiones del tripartito que, parece que por fin, van a poder culminar este año. A falta de gestionar los trámites administrativos de la adjudicación de los trabajos, se estima que las primeras prospecciones podrían llegar en septiembre.

La zona elegida será la Ería de la Castañera, en una finca privada que ya cuenta con todos los permisos para estas labores. "Los propietarios no han puesto más que facilidades", destacó el concejal de Cultura, Alfredo Rodríguez.

Aunque todavía no está confirmado, las previsiones del gobierno local hacen pensar que la campaña arqueológica en los terrenos próximos a La Morgal se prolongarán "durante uno o dos meses". Este periodo variará en función de si se encuentran más o menos restos. Lo que aún no ha trascendido es el importe de la inversión.

Uno de los vestigios más importantes de los encontrados en anteriores excavaciones en Lucus Asturum es el cancel de Lugo, al que precisamente el catedrático de Arqueología de la Universidad de Oviedo, José Avelino Gutiérrez, dedica un artículo en el séptimo número de la revista Perxuraos.

Ayer, en la puesta de largo de esta nueva entrega, acto en el que además de Rodríguez y el propio Gutiérrez también estuvieron el alcalde, Gerardo Sanz, y el escritor Héctor Pérez Iglesias, que también participa en este número, el arqueólogo disertó sobre esta pieza, "singular y única, tanto en el contexto de las obras de cronología visigoda como entre las prerrománicas asturianas".

Gutiérrez también destacó que este cancel no hace más que reforzar la sospecha de que los restos romanos y medievales que están enterrados en Lugo de Llanera tienen gran entidad.