Los niveles de ozono han aumentado en Siero en los últimos meses, aunque se mantienen bastante por debajo del límite que las autoridades sanitarias establecen como saludables. El ozono troposférico, denominado también como el "malo", no deriva directamente de un foco emisor, se produce por la acción de los rayos solares sobre los óxidos de nitrógeno, que proceden en su mayoría del tráfico y de la industria. Este gas, en niveles altos, afecta a la capacidad respiratoria de las personas y también al crecimiento de las plantas y la productividad de las cosechas.

La normativa establece como barrera saludable no superar durante ocho horas la media de 120 microgramos por metro cúbico (µ/m3) de ozono troposférico. La Organización Mundial de la Salud (OMS), que es más exigente, lo limita a los 100 µ/m3.

El lunes, a las 18 horas, la estación de Lugones registró un pico de 60, pero a las 21 horas bajó a 42. Ayer, el nivel más alto fue de 48, a las 13 horas. La cifra media en los últimos meses osciló entre los 20 de enero y noviembre del año pasado y los 59 del pasado junio y los 60 de abril de 2017. Los índices en marzo (54), abril (50) y mayo (59) fueron más elevados. En junio quedó en 45.

Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, reconoce que aunque no son datos "muy significativos", el ozono troposférico "ha aumentado de manera sorprendente" en la región. Despista que los niveles crezcan cuando precisamente ni la primavera ni el verano se han caracterizado por horas de sol, más bien lo contrario. El dióxido de nitrógeno incluso era más bajo en los meses en los que creció el ozono, pues en abril del año pasado estaba en 17 microgramos por metro cúbico y en mayo, en 13. En enero de 2017, cuando disminuyó el ozono, se detectó la cifra más alta de dióxido de nitrógeno, 35.

El viento, que lo desplaza de otros lugares, incluso lejanos, es a veces el causante de que los niveles de este gas suban.

Las lluvias de estos meses han traído consigo la buena noticia de que redujeron la contaminación de partículas en el aire de Siero, destacó Pontigo, que calificó que fue "un semestre buenísimo". El sol que se espera estos días puede cambiar la tendencia.