Tan importante como la música en directo es el aprendizaje en la Semana del Jazz de Candás. Al curso de improvisación que se lleva a cabo todos los días, en sesiones de mañana y tarde, se unen los talleres sobre diversas materias relacionadas con la música, que se iban a impartir en la fábrica de Ortiz y que, por razones técnicas, se trasladaron a La Baragaña. Ayer era el turno del músico y técnico de sonido Fernando Malva, que impartió a los alumnos del curso un taller sobre la grabación casera.

- ¿Qué van a encontrar los alumnos que vengan al taller?

-Va a ser una introducción a las posibilidades que nos da un ordenador para hacer grabaciones de audio orientadas a la música. Se trata de ver cómo con un ordenador, en tu casa, puedes tener todas las utilidades de un estudio de grabación casi al completo. Con muchas limitaciones, pero las prestaciones serán similares.

- ¿Eliminarán las nuevas tecnologías los sistemas tradicionales de grabación?

-Creo que seguirán convivendo las dos cosas, pero ésta es una puerta muy buena para que el músico pueda grabar sus proyectos. Por ejemplo, puedes querer que te grabe una guitarra un guitarrista en Alemania o en Estados Unidos. No es preciso que vaya al estudio. Con un equipo competente puede grabar la música y mandar la pista para que la incorpores a tu proyecto con músicos de cualquier sitio del mundo.

- Abre una buena puerta a la cooperación entre músicos.

-Es el campo con más potencial. Y hay gente que monta en su casa equipos potentes que pueden hacer grabaciones con calidades muy buenas.

- ¿Cómo se están adaptando los músicos a estas nuevas tecnologías?

-Hay un poco de todo. Hay gente que se lleva muy bien con la tecnología y otros que no quieren saber nada. Si te manejas más o menos bien con las tecnologías, puedes hacer cosas bastante competentes. Pero quien no esté habituado a ellas va a tener más problemas. Hay gente que no las lleva bien.

- Para la gente con una cierta edad y acostumbrada a lo tradicional puede parecer que se pierde el romanticismo de la música.

-Aquello de ver las agujas moverse y las cintas girando es muy guapo, y me gusta más, pero tiene unos costes elevados y estas alternativas resultan mucho más baratas.

- ¿No es cara, entonces, la tecnología?

-Cuando grababas en analógico, las cintas de dos pulgadas que se usaban antes para grabar 24 pistas cuestan 400 euros y tienen una duración de 20 minutos. Y esa cinta, teóricamente, no se podía reutilizar. Ahora, con las nuevas tecnologías, con 400 euros te puedes comprar un interface de audio, lo instalas en el ordenador y puedes hacer bastantes cosas.

- Parece que el jazz no encaja en estas tecnologías, que requiere el directo, la improvisación, el contacto entre músicos...

-En el jazz, es más habitual hacer grabaciones en directo más que hacerlas pista por pista, pero los equipos de grabación de ordenador también te permiten esto, puedes hacer una grabación en directo en casa perfectamente.

- ¿Qué le está pareciendo esta edición de la Semana de Jazz de Candás?

-No he podido venir todavía ningún día, hasta hoy, que tengo el taller. Pero la conozco porque estuve participando en ella otros años. Me parece que es una iniciativa muy buena, con mucha gente apuntada para los cursos. Es algo un poco raro en estos tiempos, porque el jazz no es la corriente de música que impera, pero siempre hay gente a la que no le gusta lo que ofrece el mercado a nivel global.