Los vecinos de los concejos de Grado y Yernes y Tameza que transitan a diario por la carretera regional AS-311 celebran la limpieza del argayo que bloqueó la vía el pasado 15 de julio, pero solicitan medidas para asegurar la montaña y denuncian que los kilos de tierra y piedras desprendidos han sido tirados cerca de la carretera, en las proximidades de la localidad de San Pedro de los Burros. "El motivo que tenemos de queja es por dónde tiraron los escombros, casi sobre la carretera, a un kilómetro de la cantera. Lo vemos mal, porque si tiro un escombro donde lo dejaron ellos me meten una multa o casi que me meten en la cárcel", afirma Joaquín Menéndez, presidente de la Asociación de Vecinos "Alfoz de Salcedo", que integra nueve parroquias del municipio de Grado.
El desprendimiento producido en julio, al que se sumó otro argayo cercano, obligó a cortar la carretera durante unas horas el pasado 15 de julio, aunque rápidamente fue retirado por el servicio de Carreteras del Principado. Si bien las constantes lluvias en el mes de julio provocaron que continuara argayando el terreno y desplazando árboles y piedras, en cualquier caso, la zona está ya limpia tras el paso de los operarios.
Pero pese a la retirada de la tierra y piedras desprendidas, la pared de barro sigue amenazando la carretera: "Está terrible y es un problema, porque con el agua seguirá cayendo. No sé cuál es la solución, pero es la principal vía de comunicación de la zona", señala María Jesús Gómez, secretaria del colectivo vecinal. En un tramo de un kilómetro hay dos argayos, aunque el que más preocupa a los vecinos y conductores que circulan a diario por la vía es el grande, ubicado entre las localidades de Agüera y El Caliente.
Uno de los vecinos que circulan con asiduidad por la carretera AS-3111 es Valiente Francisco Martínez, de Cubia, quien insiste en el arreglo del argayo. "Está retirado todo, pero tienen que asegurar la zona porque hay muchos árboles que pueden seguir cayendo, y los argayos justo están en dos curvas, por lo que puede haber problemas", sostiene.
Los vecinos del sur del concejo moscón esperan una solución que sostenga el terreno y evite más desprendimientos de tierra, piedras y árboles que pueden provocar un accidente de tráfico por su ubicación.
