San Roquín, el día siguiente a la celebración de San Roque, es una fiesta muy familiar y muy querida para los vecinos de Tazones, que participan mucho en las actividades. Todos los años la localidad maliayesa busca algo con que animar la jornada.
En el caso de ayer, la gran novedad fue un concurso de tortillas de mar en cuyo estreno participaron siete personas, con propuestas, como no podía ser de otra manera, muy marineras y muy autóctonas. El jurado formado por Ladi Victorero, Esther Manzano y Roberto Madiedo tuvo que debatirse entre las tortillas de pulpo, chipirones, calamares, bugre y oricios. Y la que se llevó el primer premio fue la de oricios, elaborada por Nahuel Rebollar. El segundo premio fue para una de las varias tortillas de pulpo que concursaban, creación de Luisa Cifuentes, y finalmente, Quique Rodríguez se llevó el bronce en el concurso con una tortilla de chipirones en su tinta.
La idea de la organización es repetir el concurso en ediciones sucesivas y conseguir que se implique cada vez más gente en este peculiar certamen.
La jornada comenzó con una misa en honor de los socios difuntos, y por la tarde tuvo lugar una actividad con juegos para niños, de corte tradicional. Y ya entrada la noche, niños y mayores se animaron a participar en un baile de disfraces, antes de que tuviera lugar, justo a medianoche, la popular Danza de San Roque. A lo largo de la jornada hubo un mercado de artesanía tradicional que se mantendrá en las jornadas de hoy y mañana, ya sin programa festivo.
