Pravia despide con gran tristeza a Manuel Barrera "Barrerina el cura", quien fuera organista y coadjutor de la Colegiata de Pravia y capellán del asilo de la "Virgen del Valle". Barrera falleció ayer en la Casa Sacerdotal de Oviedo a los 85 años víctima de una enfermedad pulmonar. El funeral será hoy, a las 12 horas, en la Colegiata.

"Era una buena persona, un hombre tranquilo, iba a verle todos los días, no era de muchas palabras pero tenía mucha retranca", comentó ayer Paco Donate, anterior párroco de Pravia ya jubilado. Un hombre bueno, reservado y tranquilo. Así recuerdan en la villa a Barrera. "Era callado, hasta con la familia, había veces que había que sacarle las palabras para que hablara", recordó su hermano, José Luis Barrera.

Manuel Barrera nació en 1932 en Pravia y tras finalizar sus estudios en el Seminario Diocesano se ordenó como sacerdote en abril de 1957. Fue organista de San Isidoro El Real de Oviedo y después, en la Colegiata praviana, donde también ocupó el cargo de coadjutor y vicario parroquial. Su afición a la música fue uno de los mayores amores de su vida. Y son muchos los que aseguran que fue un gran organista. "Tocaba maravillosamente bien", señaló la edil de Cultura, Valle Iturrate.

Una afición que por la música que tomó a temprana edad. "Antes de comer había que pasar por el piano, a él le gustaba mucho la música", recordó ayer su hermano. Barrera tocaba el órgano de la Colegiata con gusto y técnica, y componía canciones. "Tenía todas esas facetas, una vida dedicada a Dios y a la música", añadió.

Pero el párroco tenía otra pasión, el Real Sporting de Gijón. En la casa familiar, en su habitación, están todos los recuerdos de una vida apoyando al equipo de sus amores. "Era sportinguista a muerte", señaló Barrera.

La muerte del sacerdote sorprendió a los pravianos, aunque todos estaban preocupados desde hace tiempo por la salud de "Barrerina el cura", quien sufrió tres infartos en el último año a causa de la enfermedad que padecía. Ya en su última temporada en Pravia, en el asilo del Valle, su salud comenzó a deteriorarse. Cuando la gestión de la residencia fue tomada por "Mensajeros por la Paz" decidió irse a la Casa Sacerdotal después de haber vivido años con las monjas franciscanas. "Era una bellísima persona", señaló la concejala Valle Iturrate

El funeral será hoy al mediodía en la Colegiata. Pero antes, la familia ha decidido instalar una capilla ardiente de 9 a 10 horas en la capilla del Valle y de 10 a 12, en la propia iglesia. Pravia despide así a su vicario parroquial, aquel que tocó el órgano de la Colegiata como nadie.