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Pravia levanta su "Muro de las Lamentaciones"

La villa se prepara para la carrera de obstáculos, que reunirá a 700 corredores: "Será una lucha continua de superación"

El presidente del Club Grumar, Emilio García, coordina el montaje de los obstáculos.

"El muro de las lamentaciones". Así define Emilio García, presidente del Club Grumar, el último tramo de obstáculos que deberán superar los setecientos corredores que participarán el domingo con la carrera "EBroker Crows Battle" de Pravia. Casi todas las dificultades que enfrentarán son nuevas y en ellas deberán emplear fuerza y maña: "Hay muchos obstáculos, será una lucha continúa de superación porque además de usar la fuerza va a haber que saber cómo coger una tabla, por ejemplo, o cómo encajar un hierro en unas ventanas para poder avanzar, tendrán que usar la cabeza", explica García.

El club Grumar está preparando todas las infraestructuras de obstáculos de cara a la cita del domingo, que saldrá desde la zona de la biblioteca municipal "antón de la Braña" para encarar las escaleras del Pico Cueto. Duro, ya para empezar. Después, regresarán a la villa por la carretera de Cañedo para enfrentar un par de obstáculos en el parque Heno de Pravia. Después, a la zona de La Azucarera, donde habrá cuerdas, anillas, pegar y redes. En la zona del prau de Salcedo, tramo por el río Nalón en piragua, muro de ruedas y un puente tibetano para recalar en las pozas: "Habrá también alambrada".

La carrera, de diez kilómetros, continuará en Agones, donde los obstáculos se centrarán en el arrastre y volteo de ruedas de tractor y subidas de peso. "Es la parte más física", revela el organizador. También habrá un puente colgante y contenedores llenos de agua que superar.

El tramo final será en el centro de la villa praviana, en las plazas Conde Guadalhorce y Colegiata, donde los participantes hallarán el temido "Muro de las Lamentaciones". "Hay un giratorio, las ventanas y una suspensión baja como la que vimos en el Mundial de Noruega, con volantes y ruedas". Y el último obstáculo, la rampa metálica de cuatro metros que, tras coronar, deberán abandonar en tubos de descenso, como los de los parques de bomberos. Y ya, por fin, la meta.

Las infraestructuras que contendrán los obstáculos están siendo instaladas estos días en Pravia por el miembros del Club Grumar, quienes se encargan también de su construcción. "No los hacemos todos porque hay cosas que tienes que encargar, pero la mayoría sí, por eso los obstáculos que habrá en la carrera de Pravia son novedosos, porque muchos de ellos nunca se han visto en una carrera de este tipo", señala García. Un trabajo al que se dedican por completo durante todo el año. Empiezan nada más cerrar la carrera del año y ya se ponen a pensar en nuevos obstáculos con los que hacer a los corredores superarse. Luego llega la fase de construcción en la que emplean madera, hierro y otros objetos como neumáticos, cuerdas o redes para dar más complejidad técnica a las dificultades. Y, por último, el trabajo en los días previos a la competición, con montajes de sol a sol por todas las zonas por donde pasará la carrera.

Y el Club Grumar ya no duda de que la "Crows Battle" es ya una cita consolidada en Pravia. "Hemos recibido muchas propuestas de otros sitios pero estamos contentos de hacerlo en Pravia, donde este será el tercer año aunque llevamos cuatro ediciones", explica.

Varios tramos de obstáculos y agua y barro por doquier serán los impedimentos que encontrarán los corredores el domingo en una cita que, la organización, espera que sea gozada por todos. Ya sea de forma individual, en pareja o por grupos de cuatro. El caso es pasarlo bien y disfrutar de la superación física y mental.

Toda la información de la prueba en:

- Crows Battle Pravia

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