"Salada" y "Garbosa" lucen sus nuevos collares, verdes, en los pastos de Mortera La Robla, en Quirós. Su dueño va a conocer cada media hora su ubicación y su temperatura corporal. Todo, sin estar necesariamente en el prado. Quizás las vacas han perdido, de alguna forma "intimidad", pero han ganado en seguridad.

Ambas vacas han sido las elegidas por la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para presentar el proyecto piloto de información geográfica, a través de imagen satélite, del estado de los pastos y de la posición del ganado en ellos. Cada media hora sus collares emitirán datos, que serán recogidos ayudaran a mejorar la gestión y el manejo de animales y pastos. "Salada" y "Garbosa", de dos años, son propiedad del ganadero quirosano, Rubén Fernández, presidente de la IGP Ternera Asturiana, son los primeros animales, vacas de asturiana de los valles, que forman parte del programa, que se extenderá. A colocar los collares acudieron la Consejera, María Jesús Álvarez, y el director general de Ganadería, Ibo Álvarez, junto al alcalde quirosano, Ovidio García, el concejal José Prieto, el presidente de Asaja Asturias, Ramón Artime, y varios ganaderos.

Álvarez destacó la gran importancia de la introducción de las nuevas tecnologías en el campo: "Los datos recogidos ayudarán a una gestión más eficiente; además, van a facilitar el control del ganado. La tecnología del siglo XXI al servicio del sistema de pastoreo tradicional".

David Reinosa, de la Universidad de Alcalá, es el coordinador del grupo operativo, integrado por la Asociación ganadera Asaja, el Serida y el Departamento de Geografía de la Universidad de Alcalá, explicó que este proyecto ya funciona en Galicia y Cantabria. El ganado será controlado por GPS para ver las zonas por donde se mueve más. Los datos recabados servirán para optimizar la toma de decisiones.