"Es importante, es una alegría y una satisfacción", comentó Ana María García tras llevar a su hijo Hugo a recibir la bendición y la protección de Nuestra Señora del Valle, en Pravia. Una gracia que recibieron después de la multitudinaria misa que acogió la capilla, presidida por el párroco Miguel Ángel García Bueno, y acompañado por el sacerdote jubilado en Pravia, Paco Donate.

García pidió a la Virgen del Valle por la paz en España y por la unidad de las autonomías, y asimismo recordó a las víctimas de los accidentes de tráfico de los últimos meses, "que tanto han afectado a Asturias".

La celebración siguió con un vermú, el reparto del bollo, por la tarde, y la última verbena, que puso fin a los festejos del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora del Valle.