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Siero pide responsabilidad: gasta más de 100.000 euros anuales en recoger perros

"Si los dueños fueran más responsables el dinero se podría destinar a fines sociales", se queja el Alcalde

La Policía Local controla el microchip de un perro en la Pola. M. M.

El abandono de animales, principalmente de perros, se ha convertido en un problema en Siero. Por lo que el alcalde, Ángel García, apela a la responsabilidad de sus dueños, porque hacerse cargo y su mantenimiento cuesta a las arcas municipales más de 100.000 euros al año. Si los propietarios fueran "más responsables", ese dinero "se podría destinar, por ejemplo, a fines sociales". A esa cifra hay que sumar el coste que le supone al Ayuntamiento la limpieza de los excrementos que algunos dueños tampoco recogen y el mantenimiento de los parques caninos.

Además, las protectoras, que insisten en la necesidad de que Siero tenga un albergue municipal, no ven con buenos ojos que sea el Centro Canino La Ería, ubicado en Porrúa (Llanes) quien se encargue de prestar el servicio de recogida y depósito de animales en municipio. Creen que está demasiado lejos, pero fue la única empresa interesada en la licitación pública. Da el relevo al Xelán, situado en Aramil, que era quien venía realizando esta tarea en Siero.

"Por supuesto que nos preocupan los animales y tenemos especial sensibilidad hacia ellos, pero nos preocupan aún más, por ejemplo, los niños y su educación. Por eso hemos invertido más de un millón de euros en este mandato en los colegios, en lugar de en un albergue canino", argumentó Ángel García. Aunque matiza que "no significa que no esté en nuestra agenda y lo abordaremos". Pero "también me preocupa la falta de responsabilidad de quien tiene perro y lo abandona y no tiene una actitud cívica en la convivencia diaria", subraya el regidor.

En la protectora Espertar Animal de Siero viven el abandono de perros con verdadera preocupación. Rosana Martín Martínez, vocal, esgrime que no sólo padecen que en el verano se abandonan más mascotas, también descienden las adopciones. Están al límite porque rescataron a un número importante de canes que estaban en el Xelán para evitar su posible sacrificio ante la falta de plazas para tantos animales cuando se volvió a adjudicar el servicio de recogida a la nueva empresa. Así que Espertar se quedó con 30 perros y los alojó en Langreo, pero son unas instalaciones que son cedidas y no se ajustan a sus necesidades. Insisten en la urgencia y necesidad de un albergue municipal para paliar este problema, independientemente de que la gestión sea por parte de una empresa o una protectora.

Mientras se crea este demandado espacio, en Espertar buscan soluciones. Rosana Martín indica que pidieron permiso para instalarse con unos 15 perros en una finca en Santa Marina (Siero), que ella misma adquirió, pero se encontró con la oposición vecinal. "A pesar de cumplir las condiciones, estamos parados completamente", asegura. Por lo que pide al gobierno local que, al menos, no les pongan piedras en el camino. El regidor asegura que se está tramitando. Estos 15 son los canes que ahora tienen en el albergue de Langreo y el resto están en casas de acogida. Están saturados porque siguen recogiendo más animales abandonados. Apela a la responsabilidad de los dueños.

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