La Fundación Laboral de Minusválidos Santa Bárbara (Fusba), con sede en Carbayín, tiene actualmente 106 empleados, todos personas con algún tipo de discapacidad, que puede llegar hasta el 70 por ciento, y una previsión de llegar a fin de año a los 118. Así lo manifestaban ayer los miembros del patronato José Ramón Argüelles y Luis Alberto García en un encuentro con el alcalde, Ángel García, y los representantes de SOMA-FITAG-UGT José Luis Alperi y Saturnino Vegas.
Fusba, según explicaron, tenía una actividad muy fluida que dependía al cien por ciento de Hunosa, pero con el declive de la actividad minera ha tenido que reconducirse. La Fundación pasó tiempos difíciles, con déficits importantes, de hasta 250.000 euros anuales, pero en los tres últimos ejercicios ha empezado a obtener beneficios de nuevo.
La clave ha sido una diversificación en el trabajo y la llamada a otras puertas distintas de la de Hunosa. Actualmente, el trabajo para Hunosa representa el ochenta por ciento de su producción. Fusba se está abriendo campo en sectores como los servicios, el medio ambiente y la innovación tecnológica, y el rendimiento, según José Ramón Argüelles, está siendo "muy alto".
Por su parte, José Luis Alperi destacó que se trata de empleos con un componente social, además de ser "una apuesta inequívoca de futuro", que contribuye a regenerar la actividad económica de Carbayín, donde las minas están ya cerradas hace muchos años. Los representantes sindicales agradecieron el apoyo municipal.
