Dos alumnas de Bachiller y otra de Formación Profesional vecinas de Cuero (Candamo) se quedaron ayer sin transporte escolar para regresar a casa desde Grado, donde dos de ellas acuden al instituto, y tuvieron que ser recogidas por los padres. Es la segunda vez que se quedan fuera del transporte escolar desde que comenzase el curso la semana pasada y las familias exigen una solución: "Son menores y no los pueden dejar tirados en la calle", afirma Sergio Linde, quien ayer acudió a por las jóvenes.
El problema surgió el primer día de clase, cuando en la parada había más alumnos que plazas en el autobús en una línea compartida con los vecinos, en la que tienen prioridad los escolares, detalla la Alcaldesa, Natalia González. Por falta de sitio, tres niños fueron de pie. Esto alarmó a las familias, que trasladaron su preocupación al Ayuntamiento, que protestó ante el Consorcio de Transportes y la consejería de Educación.
El pasado martes de nuevo se quedaron sin plazas para todos los escolares y las alumnas de Bachiller se quedaron fuera. Y ayer, tampoco pudieron regresar en transporte a casa. "No les dejaron subir. Las familias saben que no tienen transporte gratuito por estar en Bachiller, pero ninguna se niega a pagar y así no se les está garantizando el derecho a la educación, arreglaron una cosa para estropear otra", señala González.
Y cuando se quedan en tierra surgen los nervios. Las jóvenes están en los últimos años de instituto y perder tiempo por quedarse en tierra no les viene bien para sus estudios: "Tengo Conservatorio en Oviedo y no llego", apunta Celia Nieto. "Yo clase particular, me tiene que bajar mi padre a Grado y llega tarde a trabajar porque vamos con retraso por quedarnos fuera del transporte", detalla Aida Linde.
La regidora candamina se mostró molesta con la situación porque pone de manifiesto que "en la zona rural los alumnos tienen menos derechos que en la zona urbana". Además, señala que hay otros problemas, como que los escolares llegan con demasiada antelación a los centros escolares, más de quince minutos. También hubo problema en la línea de La Mafalla, en la que los alumnos tienen que hacer transbordo en Grullos: "Estuvieron veinte minutos solos y eso incumple la ley", afirma tajante la regidora.
También tienen un problema con el transporte de un alumno del colegio público de Grullos. El pequeño tiene una parada a 800 metros de casa, pero debido a su situación familiar no puede ser acompañado por ningún adulto. La familia ha propuesto que el taxi que recoge a los niños baje por Romió y no por Ventosa para coger al escolar. "No habría ningún problema si hubiese voluntad del Consorcio", subraya la Alcaldesa.
