La calidad del aire de Llanera dejará de ser un misterio. El Principado, a petición del Ayuntamiento, ha instalado en la capital del concejo una estación medidora de polución portátil. La idea del gobierno local es conocer los volúmenes de contaminación que afectan a la localidad para, si fuese necesario, tomar las medidas correctoras necesarias.

Actualmente, el dispositivo, instalado dentro de una furgoneta, se encuentra aparcado en la avenida de la Constitución de Posada, junto al Ayuntamiento. En este punto estará durante tres meses. Al término de este período, técnicos especializados del Principado analizarán los datos proporcionados por la estación para determinar cuál es la calidad del aire en la capital del concejo.

La instalación de uno de estos sistemas, aunque fuese de manera temporal, venía siendo reclamada por vecinos y colectivos ecologistas desde hace tiempo. Y es que muchos de ellos sospechan que la gran cantidad de tráfico que pasa por el municipio y la concentración de polígonos, así como su orografía, que favorece el estancamiento del aire, hacen que la calidad del aire en Llanera no sea buena. A estos indicios hay que sumarle que la estación más próxima, en Lugones (Siero), marca con frecuencia valores altos en cuanto a partículas de suspensión y presencia de compuestos nocivos en el aire.

Denuncia ecologista

La Coordinadora Ecoloxista d' Asturies ha denunciado ante el Principado y la Xunta de Galicia que la empresa Cespa Gestión de Residuos, S.A., del grupo Ferrovial, adjudicataria de unos trabajos para retirar residuos de hidróxido cálcico situados en la antigua parcela de Epa Calprin, en La Bérbola, están regalando estos desechos a agricultores gallegos sin advertirles de la procedencia ni del riesgo que pueda suponer estos materiales para sus explotaciones. El contrato del que Cespa Gestión de Residuos resultó adjudicataria fue firmado en noviembre de 2017 por un importe de 1.596.657 euros.