La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las mamás de Grado, cum laude en lactancia

Paula Llana y Bárbara Álvarez se forman como asesoras tras ser madres y ahora atienden a otras mujeres en el centro de salud: "Dar el pecho es lo normal"

Por la izquierda, Lara Rodríguez Álvarez, Bárbara Álvarez Cuervo dando el pecho a Pedro Rodríguez Álvarez, Xurde Llana Sierra y Paula Llana Álvarez con Mara Llana Sierra en el portabebés, en Grado. SARA ARIAS

"Se estará alimentando bien" o "no tengo leche" son algunas de las inseguridades por las que pasan las madres a la hora de dar el pecho a sus hijos. Unas dudas que surgen de la inexperiencia y, en muchas ocasiones, por las presiones y falsos mitos a los que se ven sometidas las parturientas. Por eso, Paula Llana Álvarez y Bárbara Álvarez Cuervo, vecinas de Grado, se han formado como asesoras de lactancia y, con su experiencia como madres, han formado el grupo "Amar-Mamar", que atiende a mujeres embarazadas o con hijos en el centro de salud moscón, los segundos lunes de cada mes, a las 11.30 horas.

"La idea que se tiene es que hay que dar el pecho porque es lo mejor, pero es que es lo normal, somos mamíferos, por eso lo mejor es que las madres estén informadas y si quieren dar lactancia, lo hagan", explica Bárbara Álvarez, enfermera de profesión y madre de dos mellizos de tres años lactantes. "Cuando te surge un problema nadie lo sabe resolver", señala.

Apuntan que se ha perdido la tradición de dar de mamar desde la entrada de las leches de fórmula en el mercado en la década de los setenta . "Hubo unas campañas brutales en favor del biberón que coincidieron con el 'boom' de la natalidad y el acceso de la mujer al trabajo, pero las leches de fórmula nunca van a ser iguales que la leche materna".

Destacan que la lactancia materna fortalece el sistema inmune, que no se forma hasta los seis años, y la leche contiene todos los anticuerpos necesarios. "También crecen con menos riesgo de cáncer, de infecciones respiratorias, digestivas y de piel, intolerancias y alergias, diabetes y obesidad y tienen menos riesgo de muerte súbita", destaca Álvarez.

Y también tiene beneficios emocionales. "Se establece un vínculo, la leche no es sólo un alimento, se genera un vínculo de apego que les ayuda en el desarrollo de su personalidad, siendo más seguros", añade Llana. Y la lactancia materna también tiene beneficios para las madres, protegiéndolas del cáncer de mama, útero y endometrio; es buena contra la osteoporosis y ayuda a recuperarse de las hemorragias postparto.

Además, la lactancia está recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como mínimo y de forma exclusiva, hasta los siete meses, y aconsejada hasta los dos años o hasta que madre e hijo decidan. "El destete fisiológico se produce entre los dos y siete años,; menos del veinte por ciento lo hace durante los primeros tres meses y entre uno y un dos por ciento, hasta los dos años". Por eso, algunos de los apoyos que brindarán en Grado serán, entre otros, la introducción de la alimentación complementaria o cómo adaptar las tomas a los horarios de trabajo.

La lactancia materna se ha convertido para ellas en un mundo en el que cada día descubren algo nuevo. Y lo disfrutan, pese a que en muchas ocasiones se sienten observadas al dar el pecho en público. Sin olvidar falsos mitos. "Si llora es por la teta, si no llora es por la teta también, la teta es la culpable de lo que le pase al niño y no es así, es un proceso fisiológico natural".

Por eso quieren compartir su experiencia, así como todo lo aprendido durante su formación, para que las mujeres puedan disfrutar de dar el pecho al ciento por ciento. "El objetivo es que disfruten la lactancia, no hay que tener presión del entorno ni falsas expectativas, es un proceso natural y biológico y todas estamos capacitadas para dar la teta", asegura Llana. Recuperar el instinto de dar de mamar y hacerlo de forma informada y feliz, es posible en Grado.

Compartir el artículo

stats