"Quiero que se aplique la ley del lobo en Nava". Así de tajante se pronunció ayer la concejala de Medio Rural, Isabel Calleja, después de que los vecinos del concejo se despertaran con el cuarto ataque del cánido al ganado justo en una semana. Se suman a dos que tuvieron lugar en Sariego, otro en Cabranes y un cuarto, en Villaviciosa.

Calleja mostró su apoyo al último ganadero afectado, José Luis Vega, y cree que más de un lobo se cebó con dos de sus terneras, especialmente con una. Ante esta situación pide batidas para controlar la población de cánidos, que actúa junto a las viviendas. Sospecha que son varios los ejemplares que hay en Nava porque, además del ataque a ganado en Peñamayor, hubo uno en Piloñeta, otro en Verdera y el de ayer, en El Remediu.

Nava se considera zona exenta de lobo, pero la realidad dice lo contrario, por lo que Isabel Calleja insiste en la necesidad de actuar y "aplicar la ley". Cree que debe hacerse también en los concejos límitrofes para que sea efectiva, pues los animales no entienden de límites territoriales. La edil asegura ser "muy tajante" a la hora de pedir soluciones. "Tengo 62 años y no me consta nunca que el lobo estuviera al lado de las casas". David Maujo, otro ganadero de Nava, insiste en lo mismo: "mi abuelo, con 90 años y jubilado, no recuerda haber visto nunca el lobo aquí tan cerca". Por eso los ganaderos exigen al Principado que tome medidas de forma inmediata. "A mí no me valen promesas, me valen los hechos", insiste Calleja. Se pone en la piel de los ganaderos y entiende que "se levantan con angustia" ante el temor de que el lobo les haya matado algún animal.

Es el caso de José Luis Vega González, de El Remediu, que al anochecer dejó a sus animales perfectamente en la finca y por la mañana le avisaron de que dos de las terneras estaban heridas. El lobo se ensañó especialmente con una, pues, a pesar de comerla por varias partes, el animal siguió con vida; finalmente, tuvo que ser sacrificado. La otra xata sufrió menos daños.