"Estamos bastante preocupados porque se ven muchas avispas revoloteando a su alrededor; los tenemos a menos de cien metros de nuestra vivienda y negocio familiar y no acaban de retirarlos", explican Eduardo Llosa y Vidaflor García, que el pasado miércoles se encontraron con dos nidos juntos en dos pumares, uno primario (hecho en una caja-nido de madera para pájaros), y otro enorme secundario situados a unos cuatro metros de altura, en la huerta de su pumarada.

"Hemos avisado al 112, pero llevamos varios días esperando que los bomberos pasen a retirarlo. Supongo que tienen que seguir un protocolo, esperamos que los retiren pronto porque asustan tan cerca de nuestra casa y de nuestro negocio de invernaderos de flores, y al lado de caminos vecinales. Además, muy cerca hay varias colmenas de abejas de vecinos que son las que sufren el mayor problema", señalan.