Rehabilitar la estación de tren para convertirla en una galería de arte es el gran deseo de la asociación de vecinos de Villardeveyo, que fía a su patrimonio industrial la recuperación de la parroquia, en horas bajas tras el cierre de minas y la pérdida de poder de la terminal ferroviaria, otrora una de las más importantes del Principado. Además, los residentes también abogan por darle un lavado de cara a las viviendas de los ferroviarios, "en mal estado y algunas de ellas okupadas".

Construida en 1887, la estación de Villabona tiene una estructura que sigue el modelo inglés de finales del siglo XIX y cuenta con una marquesina que protege sus cuatro fachadas. Estos motivos hacen única a la terminal ferroviaria, que desde 2010 está incluida en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias.

"Es una vergüenza cómo la tienen de desatendida. Tiene el techo hundido y cualquier día se caerá", clama Rosa Muñiz, presidenta de la Asociación de Vecinos de Villardeveyo, quien urge a Adif su recuperación. "Además de ser la primera imagen que tienen los viajeros del tren de la parroquia, es un inmueble de gran valor arquitectónico", destaca la dirigente vecinal, quien confiesa que el sueño de la asociación es verla convertida en una galería de arte.

Cerca de la estación, en el túnel que da acceso a ella, los vecinos celebraron el domingo una comida de hermandad para inaugurar también un mural de grafiti con motivos ferroviarios encargado por el Ayuntamiento.

"El mural, que ha quedado muy bien, debe ser sólo el principio", señala Muñiz. "Tenemos que exigir la recuperación de la estación y de las casas de ferroviarios, así como el mantenimiento del entorno de las vías", destaca la presidenta del colectivo vecinal.