Con muchos años a cuestas, pero con más ganas de fiesta, alrededor de 300 residentes en centros gerontológicos de diversos puntos de Asturias disfrutaron ayer de una jornada de convivencia en Candás, organizada por la Asociación de Centros Geriátricos del Principado de Asturias, Ascege.

"Me encanta bailar", señalaba María Jesús García, llegada desde Gijón, mientras seguía en su silla de ruedas el ritmo de las gaitas. "Participo siempre en las jornadas y lo pasamos muy bien. Además, me gusta mucho Candás", comentaba.

El puerto fue el punto de recepción, donde esperaba el concejal Roberto Bueno. Allí fueron pasando algunos de los excursionistas por la lonja justo en el momento en que entraba pescado, cuando hay más actividad. Un pequeño caos que les permitió ser los primeros en ver la mercancía que llegaba. "No es malo que molesten un poco, que se les vea", comentaba Arsenio Alonso, presidente de Ascege. "Este es un día de fiesta, no de reivindicación, pero tenemos que darnos cuenta de que no queremos mayores, pero sí queremos llegar a serlo". En la cuarta edición de esta jornada de convivencia, Alonso señala que "vienen con placer, es un día especial". Incluso para reencuentros: "Una señora venía buscando 'al paisano del año pasado'", reía el presidente de los geriátricos.

Ya en el restaurante, Amada González esperaba por la comida. "Siempre vengo, lo pasamos muy bien. Aunque no sé si podré bailar este año, tengo la pierna un poco fastidiada".

Una de las cuidadoras, Yolanda Carrió, del centro Jovellanos de Gijón, comentaba que es "un encuentro diferente, les encanta". Aunque hacen otras excursiones, "en esta se relacionan con gente de otros centros". La logística no es fácil: "El traslado es problemático por las sillas y hay que estar muy atentos. Pero lo importante es que disfrutan mucho".