La que fuera una de las vegas más productivas de Asturias, con la faba como producto estrella muestra hoy una imagen desoladora. Los cultivos de maíz y faba de Los Cabos (Pravia) están casi todos en el suelo por la llegada diaria de los jabalíes. Las mazorcas, si es que queda alguna, las rematan cuervos y melandros y los productores ya no pueden más, las indemnizaciones por los daños llegan con dos años de retraso y, aseguran, que se pagan igual que hace veinte años, a 38 céntimos de euros el metro cuadrado.
"No sé qué quiere hacer con la vega de Los Cabos, pero lo que estoy seguro es que lo que quieren es que nos aburramos y dejemos de plantar, una vega para faba y maíz no puede ser un refugio de caza", dice Pedro González. La zona está así catalogada y en un islote del río Nalón, pegado a la vega de Los Cabos, viven decenas de jabalíes: "Tienen el agua, la sombra y la comida al lado", destaca Jaime García, quien esta semana ha perdido tres hectáreas y media de maíz forrajero para el ganado.
"Llevo desde el año pasado comprando maíz, 12.000 euros, cuando con lo que plantaba tenía para todo el año", añade José Antonio González. El cabreo es muy grande entre los productores, pues "cuando acaben con el maíz van a ir a por las fabas", dicen. Éste es el cultivo que da renta a muchas familias del pueblo.
Y no es el único problema para con la legumbre. Isabel García y Tina López han dejado de plantar en sus fincas, donde solían coger mil kilos de fabas debido a problemas surgidos el año pasado con las arquetas del saneamiento, que se desbordan con las lluvias y anega las fincas. "Este año ya no plantamos, allí se quedó la cosecha y 3.000 euros, que son mi sueldo", lamenta García. Los Cabos pide una solución para mantener los cultivos en pie.