Los premios "Moscón de Oro" de Grado pusieron, ayer, la convivencia como ejemplo de avance, progreso y unión de la sociedad. La Fundación Oso de Asturias (FOA), en categoría nacional-internacional, y la Mesa del Camino Primitivo, en local, han sido distinguidos este año como ejemplo del fomento de esa convivencia: la primera, entre osos y humanos; la segunda, entre peregrinos de distintas partes del mundo. La asociación cultural Amigos de Grado que otorga los galardones destacó la recuperación del oso pardo cantábrico y el impulso a la ruta jacobea a su paso por Asturias como hitos de los galardonados, que recibieron el calor de los moscones en una bonita ceremonia en la capilla de los Dolores.

Los premiados fueron primero recibidos en el Ayuntamiento, donde el alcalde, José Luis Trabanco, les entregó unos detalles, como un libro sobre la historia del próspero comercio local. Desde allí partieron a la capilla, esta vez sin el tradicional desfile con banda de gaitas por la villa.

El presidente de Amigos de Grado, Claudio Menéndez de la Riera abogó en su intervención porque la cultura sea el faro que ilumine el futuro de la sociedad: "Por suerte hay un antídoto, una vacuna que se llama cultura". Y dirigiéndose al regidor y al consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, les conminó a apostar por ello: "No podéis regatear esfuerzos, no debéis considerarlo como un gasto, sino como una inversión de la que se beneficia toda la sociedad".

Antes de la concesión del "Moscón de Oro", la asociación entregó un cuadro de Amado González Hevia "Favila" de la osa "Tola" -hermana de "Paca" y fallecida este año en el recinto donde creció como símbolo de la recuperación de la especie- al director de la FOA, Pepín Tuñón, así como una réplica para el presidente de la Fundación, Nicanor Fernández Álvarez, y una tercera para el Ayuntamiento. También hicieron entrega del libro "El trazo del peregrino", de Efrén García Fernández, al presidente de la asociación Amigos del Camino de Santiago de Grado, José Manuel Arias Guillán.

La ceremonia finalizó con un concierto del Joven Coro de la Fundación Princesa de Asturias, que emocionó al público, que lo premió con un cálido y sonoro aplauso.