Bajo sus pies, sólo a falta de desenterrarla. Así encontraron su historia los escolares de sexto de primaria del colegio de Lugo, que ayer visitaron las excavaciones arqueológicas de Lucus Asturum. Una excursión muy especial en la que, además de conocer de primera mano la evolución de los trabajos dirigidos por Esperanza Martín, también tuvieron la oportunidad de remangarse y ponerse y ayudar en las tareas. Más de uno apunta manera y hasta llegaron a encontrar lo que aparenta ser una moneda de bronce que podría ser de la época: "¡Es la leche!".

No se lo podían creer. Entre aquella palada de tierra que acababan de coger en el suelo habían encontrado lo que podía ser todo un tesoro. "¡Es una moneda, es una moneda!", gritaban como locas Celia Granda, Dakota Rodríguez y Valeria Gueimonde entre sus compañeros. "¿¡Será una peseta!?", preguntaban. Y es que las pequeñas habían encontrado "algo" mientras les explicaban cómo se utilizaba un tamizador para cribar la tierra en busca de objetos preciados. "Todavía es muy pronto para saber qué es. Hay que llevarlo al laboratorio para analizarlo", les calmaron los arqueólogos, que no obstante ven prometedor el hallazgo: "Podría ser una moneda de bronce. Parece que está marcada, por lo que, de ser así, quizás se pueda datar".

Pero éste no fue el único tesoro que descubrieron los niños. Ni siquiera el más importante. Porque la clave de todo la pudieron ver sin mancharse las manos.

Escuchando la masterclass y viendo el trabajo del equipo de Martín, con el que pudieron hacerse una ligera idea de cómo se vivía en la zona hace casi veinte siglos y, sobre todo, "que es muy importante cuidar y conocer el patrimonio": "Es lo más importante para escribir nuestro pasado".