La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Paco Foncueva, manzana de élite

"No se puede recoger toda a la vez", avisa en plena recogida el cosechero saregano, con varios premios y productor de fruto certificado

Armando Blanco descarga manzana recogida en una de las pomaradas que lleva Paco Foncueva en el concejo de Siero; arriba, detalle de la fruta en el árbol. MANUEL NOVAL MORO

Paco Foncueva se pasa toda la vida entre manzanos. Su vida son las pomaradas. Elegir variedades, cuidar los árboles y sus frutos, y seleccionar para recoger la manzana cuando está en su mejor momento. Esta dedicación ha tenido un reconocimiento continuo en la feria Agropec, de Gijón, donde este año volvió a ganar -y ya son cinco veces- el premio a la mejor exposición de manzana.

Natural de Sariego, tiene pomaradas en su tierra y en Infiesto, y lleva también fincas en el concejo de Siero. El año pasado, tiempo de cosechona, produjo en sus fincas 56 toneladas de manzana, y este año espera recoger aproximadamente la mitad. "La cosecha del año pasado fue muy grande, y muchos pomares van a producir muy poco este año, pero por suerte hay algunos que tienen la alternancia cambiada, que el año pasado casi no produjeron y este año vienen muy buenos", explica.

Foncueva siempre busca las mejores variedades y las raíces asturianas. En su exposición de Gijón había, fruto de su cosecha, 26 variedades, ocho de ellas de mesa y el resto, adscritas a la Denominación de Origen. Pero no sólo eso. También produce variedades sin catalogar que, para él, tienen un gran valor por la antigüedad de su presencia en Asturias. Dos ejemplos son la mosca y la picuxa.

El cosechero tiene claro que para conseguir manzana de calidad hay que cuidar mucho los pomares, y él se pasa la vida en ellos. Ahora toda recoger el grueso de la cosecha, pero cada manzana requiere su tiempo. "No se puede recoger todo a la vez; la manzana tiene que estar madura, a punto, que es lo que quieren los lagares", sostiene.

Ahora, a mediados de octubre, se empieza con variedades como la blanquina o perico, y se van recogiendo conforme a sus periodos de maduración. "La última que se recoge para lagar es la regona, que puede durar hasta enero", dice. Aunque, obviamente, depende también de las fincas. "Depende de dónde esté situada la pomarada, lo importante es que les de el sol porque, si no, tardan más en madurar".

El siguiente paso, una vez terminada la cosecha, es la poda, que se hace entre noviembre, diciembre, enero y febrero. Más allá, entrada la primavera el verano, se hace otra poda de floración, para evitar que los árboles vengan demasiado cargados y que merme en exceso la cosecha el año siguiente. También hay que acometer una limpieza de calles, abonar y tratar de prevenir o erradicar posibles plagas. Todo ello para que, llegado el otoño, la cosecha sea óptima

Este año, el exceso de lluvia ha echado a perder parte de la floración, con lo que la cosecha ha venido mermada. A pesar de ello, Paco Foncueva está contento con su producción. Todos los premios dan fe de su dedicación, por más que tenga aún la espina de no haber conseguido el del festival de la manzana de Villaviciosa. Nunca ha pasado del segundo puesto.

Compartir el artículo

stats