La Navidad no sólo se adelanta en los estantes de los supermercados y en los escaparates de las tiendas. También en los restaurantes. La hostelería de la comarca del Nora viene detectando desde el último año un incremento en la celebración de cenas navideñas en el mes de noviembre; una tónica que, entienden, viene motivada por la dificultad que tienen algunos para encajar sus compromisos de diciembre y, de paso, aprovechar un ligero ahorro en la factura: "Por lo general, la carne y el pescado son más caros en diciembre".
La cena de los amigos, la de empresa, la de la asociación de vecinos, con los del gimnasio... Cada vez nos reunimos más. Sobre todo cuando se trata de despedir el año y desearse los mejores de los deseos para el próximo.
Esta costumbre ha calado -y de qué manera- en la sociedad actual y los hosteleros son los principales beneficiados. Los profesionales del sector cuelgan varios meses antes el cartel de "completo" para diciembre y ven con ilusión cómo se les van llenando las mesas para festejar la Navidad en noviembre e, incluso, octubre.
"Las asociaciones de vecinos y algunos colectivos son los que más adelantan estas fechas", explica Antonio Paradelo, gerente y copropietario del restaurante La Costana de Granda (Siero), quien ya tiene cerradas cenas y comidas de Navidad para todo diciembre y la segunda quincena de noviembre. "Son fechas en las que, por lo general, la materia prima también es más barata; aunque este año el precio del pescado no baja desde mayo", afirma.
La misma tendencia viven en el restaurante La Torre, en Pruvia (Llanera). También detectan un aumento en la predisposición de la gente a juntarse, lo que les ha llevado a tener reservas de celebraciones de Navidad ya para noviembre. "Es una nueva dinámica y los empresarios tenemos que adaptarnos", explica el gerente, Martín Rodríguez, feliz con esta tendencia.
Los de la asociación de vecinos de San Cucufate de Llanera son unos de los que, como el turrón, se adelantan a la Navidad. Será el próximo 17 de noviembre cuando celebren su comida para despedir el año, una decisión tomada "por la dificultad que tiene la gente de encajar fechas en diciembre".
El año pasado ya se juntaron por estas fechas y, aunque reconocen que los tempos generan curiosidad, nadie se queja: "Todo lo contrario, están encantados. Tenemos la reserva desde el año pasado".
