El candasín "Coro de la Bodega" acelera el ritmo. Y no el del canto, sino el del trabajo que conlleva preparar su desembarco, el próximo día 11, en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, a donde llevará un repertorio poco habitual en las misas.

Medio centenar de personas componen la expedición que saldrá de Candás el sábado 10, entre los treinta músicos y sus acompañantes. En la expedición figurará la pianista candasina Susana Suárez, profesora de acompañamiento en el Conservatorio Superior de Música "Eduardo Martínez Torner" de Oviedo. Ella será la acompañante al órgano.

"Esta actuación en el Vaticano es un espaldarazo muy grande para el Coro", asegura su director, Salvador Cuervo, aunque también comenta que "la actuación más importante, por el número y la procedencia del auditorio, fue la clausura del Congreso Internacional de Bioética, en Gijón".

El repertorio que llevan a Roma "no es una misa al uso, que suelen ser de un autor. Nosotros llevamos una misa con obras de grandes compositores, lo mejor de cada uno. Llevamos en el repertorio a Haydn, Gounod, Arcadelt, Haendel, Puccini y Mozart".

La primera vez que interpretaron esta misa fue "en San Isidoro, en León. Vimos que gustó y repetimos en Burdeos. Y la volvimos a hacer en Covadonga, dentro de los actos de los tres centenarios que allí se celebran".

No será Roma la última parada de esta misa, ya que "el arzobispo de Granada nos ha cursado una invitación para interpretarla el año que viene en la catedral de Granada".

Además de los ensayos para sus actuaciones, el Coro trabaja ahora preparando el desplazamiento de un grupo numeroso, aunque "la empresa que nos contrata para estos eventos lo organiza todo muy bien".

A la vuelta de Roma, la agrupación deberá incorporarse a la rutina de ensayos y también a la búsqueda de nuevas voces. "Queremos incorporar dos sopranos y dos tenores para equilibrar las voces en el grupo", explica Cuervo. "Haberlos, haylos", dice. Ahora falta encontrarlos dispuestos.