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La presunta asesina de su novio en Siero espera un juicio cuanto antes

La mujer recibe en la cárcel tratamiento médico "para lograr su estabilidad mental"

Ana María García. A. F. V.

"Ana María sigue en prisión, medicada y con ganas de conocer la fecha del juicio". Con estas palabras explicaba ayer el abogado de Ana María García, la mujer acusada de asesinar a su novio, Miguel Ángel Suárez Menéndez "Míchel", en la madrugada del pasado 17 de julio en Lugones, la última hora de su defendida, a la que visitó ayer mismo en el Centro Penitenciario de Asturias, donde permanece interna desde el 18 de julio. Sin embargo, parece poco probable que el señalamiento vaya a ser inminente. De momento, la defensa espera los informes forenses que determinen el estado mental de la acusada, que padece una discapacidad mental del 69 por ciento.

Actualmente, tal y como explica José Luis Álvarez Niño, abogado de la defensa del turno de oficio, García sigue internada en la cárcel de Asturias, donde "recibe un tratamiento para estabilizarla emocionalmente". La condición psicológica y psiquiátrica de García se antoja fundamental en este caso. Como ya adelantó Álvarez Niño, tratará de lograr la inimputabilidad o rebajar algún grado la condena basándose en los problemas mentales de su defendida.

En este sentido, el letrado se mantiene a la espera de recibir los informes forenses que revelen el estado mental de García y para cuya elaboración la presunta homicida fue estudiada en la cárcel el pasado septiembre. "Desconocemos la fecha en la que nos será trasladado", reconoce el letrado.

Ana María García está en prisión comunicada y sin fianza acusada del homicidio de Miguel Ángel Suárez Menéndez, "Míchel", al que presuntamente asesinó en el domicilio de los padres de ella de la calle Río Cares de Lugones entre la noche y la madrugada del 16 al 17 de julio. Según la autopsia, Míchel recibió una treintena de puñaladas, presuntamente de la que por entonces era su pareja.

Según el entorno de la supuesta homicida, los celos fueron el principal móvil del crimen. Aseguran que García tenía envidia de la anterior pareja de Suárez. Los padres de ella, que estaban en el domicilio en el momento del suceso, llegaron a reconocer que antes del crimen la pareja había mantenido una fuerte discusión.

Según el forense, el asesinato de Suárez tuvo lugar en torno a la medianoche, si bien la familia de García no avisó al 112 hasta tres horas después, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Además, en su llamada informaron de un intento de suicidio. Ambas circunstancias hacen sospechar a los investigadores que los progenitores de García pudiesen haber modificado la escena y pruebas del crimen antes de su estudio. De hecho, agentes de la Policía Nacional volvieron al domicilio de la calle Río Cares días después de los hechos.

Suárez era natural de Villabona (Llanera), aunque residía en Lugo de Llanera. En ambas localidades, como en Lugones, era muy popular. Todos destacaban de él su calidad humana, aunque afirmaban que tenía un problema con la bebida. Tras los hechos, su familia decidió personarse como acusación particular en la causa contra García que, de momento, no tiene fecha.

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