Un grupo de cerca de cincuenta personas que vivieron en el "Grupo Covadonga", un conjunto de edificios de Oviedo en la avenida de Galicia, entre los años 50 y 70, se dieron cita ayer en el restaurante noreñense de La Ferrada, para compartir un menú a base de cerdo. Uno de ellos, anfitrión en este caso, fue el cronista oficial de Noreña, Miguel Ángel Fuente Calleja, que expresó sus buenos recuerdos sobre la vida en los edificios, donde algunos asistentes todavía viven y otros están dispersos por otros lugares de Asturias.

"Éramos una gran familia. Cuando sufría alguien sufríamos todos y cuando disfrutaba alguien era un éxito de todos", aseguró. La vida en las viviendas era muy familiar, todo el mundo se conocía por el apellido, las familias estaban en contacto, y aquella buena convivencia se transmitió, con mucha alegría, a la celebración de ayer en Noreña.