"Se va un hombre muy querido en la parroquia, muy trabajador y muy buen vecino". La parroquia de Albandi estaba ayer conmocionada por el fallecimiento de Miguel Ángel Fernández, de 78 años. Y es que la pérdida del presidente de su asociación de vecinos, que llevaba meses luchando contra una enfermedad, ha dejado un hueco "difícil de llenar". Los que le conocían destacan de él su involucración para con la vida de sus convecinos y su implicación en la entidad que presidía: "Era un hombre con el que daba gusto trabajar".

Natural de Albandi, como su familia, Fernández pasó buena parte de su vida en Gijón, si bien los que le conocían aseguran que nunca dejó de mirar para la parroquia de sus raíces, "en la que estaba realmente cómodo. Es donde se sentía como en casa".

Tras una vida laboral como comercial, oficio del que heredó "un gran don de gentes", Fernández comenzó a pasar más tiempo en Albandi tras su jubilación. Su buena relación con todos los vecinos y su implicación en sus problemas, hizo que no dudara a la hora de tomar las riendas de la asociación de vecinos.

"Daba gusto trabajar con él", destaca Silvia García, secretaria de la entidad, que trabajó codo con codo con Fernández. "Era un hombre muy meticuloso, organizado y metódico", enfatiza la vecina, quien también ensalza la labor de enlace con el Ayuntamiento que realizó el fallecido en los últimos años: "Siempre que había algún problema era él quien se los transmitía al Consistorio".

El funeral por Fernández tendrá lugar hoy a las 13.00 horas en la iglesia de Nuestra Señora de Begoña de Gijón. A continuación, los restos serán trasladados al tanatorio de la localidad donde será incinerado.