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Joaquín Viña, dispuesto a reparar su maltrecho mural del parque de Les Conserveres

"Está a la intemperie, hay humedades y los guajes escriben encima", señala el artista, que propone "empezar de cero" impermeabilizando la pared

Estado actual del mural de Joaquín Viña. PEDRO PASCUAL

El estado del mural que el artista candasín Joaquín Viña realizó en la zona infantil del parque de Les Conserveres empeora día a día a ojos de los vecinos, que lamentan la situación a la que ha llegado. La asociación vecinal denuncia que "el abandono ha llevado este mural a su estado actual" y demanda al Ayuntamiento "su restauración".

"Paso por ahí a menudo y está bastante fastidiado", comenta el propio Joaquín Viña. "Está a la intemperie, hay humedades, los guajes escriben encima... El deterioro es evidente", señala el artista candasín.

El mural, titulado "Amistad, Juegos, Vida", se inauguró en marzo de 2015, dedicado a los más pequeños que jugaban en la zona baja del parque, donde se instaló un tren y juegos infantiles. Un año más tarde, se comenzaron a notar los desperfectos y los vecinos pidieron una reparación que nunca llegó.

"A esa zona cae mucha agua y además es una zona con muchas humedades internas", señala Viña. Al año de su estreno, viendo los desperfectos, "ya comenté que estaba disponible para repararlo". Y si estaba dispuesto a restaurarlo entonces, "por mi parte tengo disponibilidad para evaluarlo y ver qué se puede hacer".

La restauración sería "muy complicada", explica el artista. "Habría que empezar de cero y no sé si habrá presupuesto. Y a los dos años estaría otra vez así", comenta Viña. Cuando se realizó el mural, "la pared estaba más o menos bien", recuerda. Además, "aplicamos dos o tres capas de impermeabilizantes y otras dos o tres de selladores". Eso, antes de llevar a cabo el mural con "pintura de exteriores y doce capas de barniz. Si sacan una muestra de las micras de pintura que tiene el mural, alucinan", comenta Viña entre risas.

El principal problema será que "los murales, en el norte, sufren muchísimo", aclara el artista, que pone como ejemplo de ese sufrimiento "los murales de Vladimir en el puerto, que tienen la chapa muy dañada. Si se deteriora la chapa, imagina el cemento", explica Viña.

Ahora se abre la opción de "restaurar un poco lo que esté peor, que al final será todo", o "empezar desde cero, impermeabilizando la pared". Incluso, si hay interés, se podría rehacer en azulejo "como se hizo con un mural de Alfredo Menéndez que estaba muy dañado".

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