Los usuarios del transporte público en Siero se quejan de las incomodidades que les están ocasionando las obras de la estación de autobuses de la Pola. En el mejor de los casos tienen que conformarse con dos marquesinas trasladadas provisionalmente a la calle Carlos Sánchez Martino, frente a la estación, que no son suficientes para dar cobijo a todos los viajeros y menos en días de lluvia. En el peor, esperan a la intemperie a que llegue su autocar, pues algunas líneas tienen parada en la antigua estación. La situación empeora en los días de lluvia y frío.
Amador Pino y Amanda Vázquez esperaban en una de estas marquesinas ayer por la mañana a que llegara el autobús que les llevaría a Sama, aunque para unos metros más allá. Pero preferían aguardar allí protegiéndose de la lluvia. "Como allí no hay marquesina, esperamos aquí", explicaban. Reclaman que "por lo menos pongan una por la lluvia".
"Ya nos dijeron que hay bastantes quejas", apunta el hombre, con asma, por lo que plantea: "¿cómo me voy a poner ahí a mojarme?" También echan en falta la cafetería y unos aseos "para una emergencia".
"No tienes dónde meterte", agregó Teresa Cancio, que también clama por estos servicios. Tendrán que esperar a la construcción de la nueva estación. José Manuel Sánchez lleva muletas y sentado en una de las marquesina señala que "al parar allí las líneas -en referencia a la antigua estación, unos metros más allá- tengo que dar un rodeo. En muletas y lloviendo, peor. Está desastroso para las personas discapacitadas", apuntó. Kevin Suárez coge el autobús todas las mañanas y destaca las largas colas que se forman, por lo que "las marquesinas son insuficientes", al igual que opina Alejandro Naredo. A su lado, otra viajera esta "perdida", pues no sabía cuál era su parada.
