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El Principado declara peligroso el perro bóxer que atacó a una niña en La Fresneda

La inspección regional aprecia en el animal un carácter conflictivo, lo que obliga a sus propietarios a pasearlo con bozal y a obtener una licencia

El bóxer que atacó a una niña en La Fresneda el pasado 13 de octubre, ocasionándole importantes heridas, pasará a ser considerado como "perro potencialmente peligroso".

Así lo dictamina el informe elaborado por técnicos de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado, que también certifica que el animal no muestra síntomas de padecer la rabia, aunque sí muestra un carácter conflictivo.

Esta nueva catalogación hace, entre otros, que el can deba llevar bozal y que su propietario disponga de una licencia para su tenencia.

Aunque la raza bóxer no está catalogada como potencialmente peligrosa en la normativa municipal -ni regional- , el can en cuestión sí pasará a serlo de manera inmediata. Esto conlleva a que sus propietarios, que deberán contar con una licencia administrativa para su tenencia, deberán sacarlo de paseo con una correa no extensible de un máximo de dos metros, ponerle bozal, tendrá prohibida su entrada a transportes y comercios públicos, no podrán soltarlo ni en los espacios habilitados para este fin, entre otras medidas. El informe, elaborado tras 20 días de vigilancia por parte de técnicos del Principado, rechaza que el animal pueda padecer la rabia. Eso sí, aprecia un comportamiento agresivo en él. El ataque del bóxer tuvo lugar, según relato de la víctima, en las proximidades del parque de agility de La Fresneda. Fue allí donde el can, tras abalanzarse sobre ella, le asestó 26 mordiscos, la mayoría y más importantes en sus extremidades, con las que, en un acto instintivo, protegió sus partes vitales.

Tras el ataque, la familia de la niña, de 10 años, la trasladó inmediatamente al hospital. Allí, y tras valorar las heridas, los facultativos decidieron que fuese intervenida por el servicio de cirugía plástica. Tras unos días ingresada, la pequeña recibió el alta para terminar su recuperación en su domicilio. Este suceso fue denunciado. Estos hechos causaron gran conmoción en la localidad, llegando a alcanzar, incluso, un clima de cierta crispación social, entre los propietarios de los perros y vecinos que se quejan del comportamiento de los animales.

Ante esta situación, y para tratar de poner cordura en el asunto y mejorar la convivencia, un grupo de vecinos se ha movilizado para intentar alcanzar un punto de encuentro en el que garantizar una tranquila convivencia. Entre los acuerdos alcanzados por estos residentes está presentar al Ayuntamiento una propuesta para habilitar zonas de libre esparcimiento para los canes, aprovechando las numerosas zonas verdes de la localidad.

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