El consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Fernando Lastra, se comprometió ayer a asumir el derribo de la llamada "casa rotonda" de Noreña, ubicada en la carretera SI-4, entre la calle Calvario y La Mata. Esta fue la petición principal de la alcaldesa, Amparo Antuña, y su equipo de gobierno, en la reunión que ayer mantuvieron con Lastra y la directora de Calidad Ambiental, Paz Orviz.

En este punto, considerado de "especial peligrosidad tanto para peatones como para conductores", se eliminará la edificación que dificulta la visibilidad, se volverá a pavimentar el firme (que actualmente presenta irregularidades) y, finalmente, se señalizará un nuevo paso de peatones.

En el encuentro también se planteó la necesidad de sanear varias zonas de la localidad. El Consejero se comprometió a estudiar la viabilidad de asumir la reparación de los hundimientos en El Castrillón, una zona que, según el edil de Urbanismo, Pelayo Suárez, "necesita una renovación por su antigüedad".

Otra de las áreas sobre las que el Ayuntamiento de Noreña reclama una intervención es el entronque entre La Mata y la zona del Fontán, en donde se pretende construir un aliviadero. En este caso, el propio Consistorio se hará cargo de la parcela técnica. "Lastra ha prometido que, si nosotros nos hacíamos cargo del proyecto, la Consejería lo llevaría a la práctica", explica Antuña.

El equipo de gobierno de la Villa Condal también solicitó al Consejero el saneamiento de la calle del Reloj y el encauzamiento del río Noreña en la zona de Los Riegos. Sin embargo, ninguno de estos aspectos pudo ser atendido por Lastra, al quedar ambos fuera de las competencias de la Consejería de Infraestructuras. "En el caso del encauzamiento del río, nos emplazó a dirigirnos a la Conferencia Hidrográfica", señala Antuña, quien calificó de "muy satisfactorios" los resultados de la reunión.