Las familias de los alumnos del colegio de La Fresneda ya echan cuentas para ver si sus hijos serán de los afortunados que podrán estrenar el ansiado instituto que el Principado, tal y como anunció ayer, pretende empezar a construir en la localidad durante la primera mitad del año que viene. Aunque muchos todavía temen que el proyecto pueda volver a postergarse, el clima entre los padres de los escolares era ayer de optimismo. Afirman que el centro de Secundaria es "muy necesario" y están convencidos de que la amplia mayoría del vecindario lo utilizará: "Los críos ganarán en calidad de vida: podrán ir a clase a pie y mantendrán su entorno".
Desde luego, ayer, a la puerta del colegio, no había otro tema de conservación. En pequeños corrillos, las familias de los escolares, que aguardaban la salida de los pequeños, comentaban el anuncio del Principado de que la obra del instituto ya cuenta con 7,8 millones de euros de presupuesto. "Esperemos que ésta sea la definitiva", suspiraba la mayoría por una noticia que, afirman, "facilita mucho el día a día de las familias".
Hasta ahora, una vez acabada la etapa en el colegio, las familias de La Fresneda manejaban tres opciones: pedir plaza en el instituto de Lugones, en el de Posada de Llanera u optar por un centro privado o concertado. Ahora, aseguran, no sólo la amplia mayoría optará por quedarse, sino que están seguros de que muchos de los escolares que están -o estarán- en un instituto fuera de la localidad, regresarán con el nuevo centro.
"Si está construido, mis hijas estudiarán en La Fresneda". El firme convencimiento de Adela Ortín, con dos niñas de 9 y 7 años, que, si todo va según los plazos del Principado -la previsión es iniciar las obras en el primer semestre de 2019 y que se prolonguen durante 15 meses-, podrán estrenar el instituto, es el de muchos otros padres. "Si no está terminado cuando les toque dar el salto a Secundaria, las matricularemos en una centro concertado y volverán cuando el de aquí esté listo", añade la sierense.
Una opinión casi idéntica a la de Manuela Fernández, con un hijo a sólo dos cursos de terminar la etapa de Primaria. "Si pueden, estudiarán aquí", afirma la vecina, que no encuentra más que ventajas al futuro instituto: "Está cerca de casa y es muy cómodo, tanto para los niños como para nosotros, la familia".
Para María Cuesta, la decisión no es tan fácil. Tiene un hijo en el colegio de La Fresneda que, espera, pueda estudiar en el futuro instituto. Pero, por otro lado, tiene una hija que ya está matriculada en el instituto de Lugones, "donde va a clase muy contenta", asegura. "En caso de que se abriese el instituto antes de que acabe su etapa en Lugones, será ella quien decida", explica.
La noticia no sólo era celebrada por los que ven de manera más inminente el cambio al instituto. Los padres con niños en edades más tempranas también festejaron la noticia. "Es un proyecto muy esperado que podrán disfrutar muchos niños", destaca María Solís, con dos niños cursando Educación Infantil.
En la misma línea, Silvia Virgós, con un niño de 5 años en el colegio de La Fresneda, se muestra "optimista" con que éste sea el empujón definitivo al proyecto. Al igual que María del Carmen Pérez, con una nieta de 8 años y un nieto de 3. "Según está todo hay mucha desconfianza, pero esperemos que ahora sí se haga", fía la vecina, quien considera que a La Fresneda ya le tocaba contar con un centro de Secundaria: "Es un sitio grande y con mucha gente. ¿Por qué no iba a tener uno?", reflexiona.
