Tras un fin de semana intenso de conmemoraciones, la Polifónica de Llanera celebró una emotiva comida en Pruvia, que cierra sus actos de celebración del 30º aniversario. En ella se reunieron miembros presentes y pasados de la agrupación. Entre ellos se encontraban los ocho coralistas originales, que empezaron desde el momento de la fundación. "La vida no hubiera sido igual sin la Polifónica", coinciden las más veteranas.

El encuentro, que empezó a las dos de la tarde, fue una ocasión para rememorar todo lo vivido estos años. "La historia de la agrupación comenzó con un concejal del Ayuntamiento de Llanera, Vicente Llaneza, que le planteó al alcalde crear la coral", relata su presidente, José Antonio Carracedo.

"De aquella, todas las actividades que había en Llanera eran solo para chicos", aseveran Nori Rodríguez, de 71 años y Rosario Calvo de 77, ambas miembros originales de la Polifónica. Calvo y Rodríguez, al ver los carteles de que se buscaba gente para la coral, no lo dudaron. "Fuimos rápidamente a la Casa de la Cultura, que era donde te mandaban a apuntarte", recuerdan.

Así, en doce días, consiguieron sumar doce miembros y comenzaron a funcionar bajo la batuta de Emilio García. Con el tiempo llegaron a juntar un grupo de cuarenta coralistas, que actualmente se ha reducido a 23.

Si algo suelen destacar los más veteranos del grupo son las diferentes visitas realizadas y los conciertos fuera de Asturias que dieron en estos 30 años. "Para mí el recuerdo más especial es el primer concierto que dimos lejos del Principado. Fue en Celanova, Galicia, en el monasterio de San Rosendo", cuenta Carracedo.

"El 23 de mayo del 94 fuimos tres días a Barcelona. Cantamos en la basílica de Montserrat, que estaba abarrotada y nos sentaron en la sillería del altar. Eso fue algo precioso", dice Nori Rodríguez, a lo que Concha Calvo asiente y puntualiza: "Guapísimo".

Así, la comida de ayer transcurrió como una incursión en el baúl de los recuerdos. Todos juntos, como durante las últimas tres décadas. Porque, como ellos mismos dicen: "Somos muchas voces pero una sola familia".