"Un día va a haber una desgracia", advierten los vecinos de la zona de Ferrera, en Siero. Llevan tiempo avisando de la peligrosidad del cruce la carretera que da servicio a los pueblos de Espiniella, El Cuto y La Iglesia con la vía que comunica Pola de Siero con Noreña. Los conductores que vienen de alguna de estas localidades y quieren incorporarse hacia la izquierda, en dirección a la capital sierense, tienen una pésima visibilidad de los vehículos que les vienen desde la izquierda, pues la vía hace una pequeña curva y la loma de la finca colindante los oculta. Así que para incorporarse invaden parte del carril, con el riesgo que eso conlleva.
"Cuando sales no ves los coches y tienes que ponerte en la mitad de la carretera", denuncia José Faustino Quirós, que además de usuario y residente en Ferrera, es presidente de la Asociación de Vecinos "Virgen de la Cueva", de Otero. "Es muy peligroso y tiene mucho tráfico", indica. Explica que la solución pasa por rebajar la altura de la finca colindante a la carretera para mejorar la visibilidad. Pues ahora, "cuando menos te das cuenta, tienen el coche encima porque salen como aviones de la autovía", explica, en referencia a la Minera. José Antonio Diego, de Celles, agrega que "cuando los ves, ya están ahí", porque, además, "no se respeta la limitación de velocidad", lamenta. Insisten en que llevan peleando por solucionar este problema "desde que hicieron la carretera".
Diego agrega que "pasa lo mismo en una entrada hacia Celles, que hace escuadra completamente", por lo que teme que "el día que se encuentren dos coches, no la libran". Insiste en que "también es peligroso".
Los vecinos de la zona ya recogieron firmas y presentaron más de 200 en el Ayuntamiento de Siero para que tomen medidas, pues ya van "muchos sustos porque tienes que sacar el morro para la salir". El concejal del PINSI, Juan Camino, les apoya en esta lucha vecinal porque "cuando vienes de estos pueblos, no ves a los coches, que van embalados y te tragan. Cuando los ves ya es tarde". Otro vecino, Rubén Suárez, demostraba ayer con su propio coche hasta dónde tiene que colocarse para ganar algo de visibilidad. Han de cruzar los dedos para que no vengan ningún vehículo, aunque es difícil porque esta carretera tiene bastante tránsito. "Es peligroso porque no ves nada y a lo mejor hay un coche ahí metido y te traga", denuncia.
Diego, Quirós y Camino se han reunido con el concejal de Infraestructuras, Javier Rodríguez, que está en conversaciones con el dueño de la finca para lograr que autorice rebajar unas lomas de terreno y ganar visión. La solución más inmediata que les ha planteado mientras logra un acuerdo es colocar unos espejos, pero no les convence.
