"En Candás lo que sobra de la comida, se queda para la cena". Y no, no es la amenaza de una madre al niño que no quiere comer verdura. Es la última campaña de aprovechamiento alimentario en la hostelería local puesto en marcha por el Ayuntamiento y Cogersa.
Se trata de un plan que tiene por objetivo que los comensales se lleven a su casa lo que quede en el plato para que no se vaya a la basura. Además, lo harán en un envase reciclable y compostable.
Además de concienciar a la ciudadanía de la importancia de no tirar la comida, esta campaña también tiene la misión de luchar contra la reticencia de algunos clientes a pedir las sobras para llevar. "Cada vez es más habitual que se lo lleven. Pero es cierto que si no lo ofrece el camarero, al comensal le cuesta", reconoce José Ramón Pola, uno de los hosteleros que participa en la campaña, quien, además, agradece que el cliente se lleve la comida: "Ya que la hagan pagado que la disfruten también en su casa".
Aunque hay carteles anunciando con la iniciativa, ésta aún era ayer desconocida por algunos vecinos. Aun así, los que la descubrieron la ven con buenos ojos. "Si está rico y no puedes más, te lo llevas y así no tienes que cocinar en casa", destaca Conchi López, quien también propone: "Si no te lo quieres llevar para cenar te lo puedes llevar y dárselo a alguien sin recursos"
