Nava acogió ayer su primera carrera de orientación con un éxito considerable de participación. Organizada por el club Piloña Deporte, era una prueba abierta, de promoción, en la que participaron 227 corredores atraídos por una forma diferente de hacer deporte.

Así lo constataban dos jóvenes de 15 años, Andrés Fernández Montes, de Sariego, y Giovanni Delfino, de Nava, que competían en la que es su quinta carrera de esta modalidad. "Estábamos en un club de atletismo, nos dijeron que probáramos y nos gusto mucho, porque es más entretenido, recorres más zonas y no es un recorrido fijo", explicaba Andrés Fernández.

En este tipo de carreras, los corredores tienen un mapa en el que están localizadas una serie de balizas a las que tienen que llegar por el orden que establece la organización. Los corredores salen por turnos, de tal manera que no coincidan dos competidores de la misma categoría, y una vez que consiguen dejar constancia de su paso por todos los puntos establecidos, llegan a la meta donde se registra el tiempo que han empleado en hacer todo el circuito.

Esta circunstancia, el hecho de que la competición no es tanto con el resto de corredores como con respecto a las propias limitaciones, es uno de los atractivos de las pruebas. Así lo aseguraba Natalia Tresguerres, de Gijón, que había acudido con su hijo Adrián a la prueba. "Es la segunda que hacemos; la primera que hicimos fue en Gijón, y estábamos muy confiados porque conocíamos Cimadevilla, y en esta veníamos un poco más inquietos, pero al final salió todo bien, hicimos un buen tiempo". En el caso de madre e hijo, se trata de un deporte muy adecuado "porque para los niños es muy entretenido, como una yincana, se lo pasan muy bien, y además no compites con nadie sino contra uno mismo"

Susana Álvarez, de la sección de orientación de Piloña Deporte, destacó también esa condición de competición sana que tiene el deporte, y además aseguró que en las competiciones de orientación "hay mucho juego limpio". De hecho, normalmente en las pruebas que no son de promoción la llegada a las balizas se registra de forma digital, de tal manera que la organización sabe perfectamente el orden en el que han accedido a unas y otras. Sin embargo, en la de ayer el registro era manual, sobre un papel, y la organización debía confiar en que los corredores habían seguido el orden establecido. El caso es que la gente puede hacer trampas pero no las hace, porque la gracia del juego está en el desafío que uno se plantea a sí mismo, no en la victoria sobre los demás, por más que, obviamente, quien gane la carrera se alegre de haber sido el mejor.

La jornada de ayer se estableció en tan solo tres categorías. De distancia corta (un kilómetro), media (2,5 kilómetros) y larga (3,2 kilómetros). Participaron niños y mayores, familias y grupos de jóvenes y todos disfrutaron de la experiencia. No hubo entrega de premios. No hacía falta.

Toda la información de la prueba y clasificacionesCOMPLETAS en:

- Trofeo Villa de Nava Orientación