"Hay que eliminar gran parte de la población de lobos que hay en Asturias". Así lo reclama el secretario general del PP asturiano, Luis Venta, después de que el domingo se produjera un nuevo ataque en La Cueva (Nava). Con éste se supera la docena desde el verano. Venta se reunión ayer con los últimos afectados para denunciar que "los vecinos están, cada vez más, con la preocupación de que el lobo venga a visitarles a su casa. Es que van a tener que pasar las Navidades con el lobo en su casa". Añadió que "esto es una vergüenza", sin ocultar su hartazgo por esta situación, al igual que los afectados.

"Lo que pedimos al consejero (Fernando Lastra) es que deje de engañar y de que cada vez que haya un problema que diga que va a hacer algo para que se difumine y no se hable de él a lo largo de un mes", insistió. "Para nosotros la prioridad son las personas y los asturianos", subrayó.

En cuanto a las batidas anunciadas por el Principado, Luis Venta indicó que "dicen que las hacen, pero con el oscurantismo propio de un Gobierno que no tiene claro y quiere decir claro lo que tiene que hacer con el lobo". Añadió que también "lo hacen con el complejo de que alguien les pueda criticar porque maten lobos". "No hay que tener complejos porque sobran lobos", quiso dejar claro. Criticó a la "izquierda radical" por estar en contra de las batidas.

Venta alertó de que el cánido cada vez actúa más cerca de los núcleos de población, por lo que "el problema no disminuye, crece". El diputado del PP le pregunta al gobierno regional "¿qué tiene que pasar para que asuman que hay un problema con el lobo?" Plantea si tiene que "pasar algo con una persona, que ojalá no ocurra, para que realmente tomen en serio el problema".

Rosi Cueto se encarga de cuidar las ovejas de su hijo, en La Cueva (Nava). El domingo por la tarde, entre las cuatro y las seis, el lobo mató dos de las 11 que tenía e hirió a 5 más. Les preocupa que atacara cerca de una fuente próxima a la casa, a donde sus nietos van a por agua alguna vez. Tiene claro que no les dejará volver por miedo al cánido.