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Trágico accidente en la rotonda de San Miguel de la Barreda

"Es un recorrido que conocía", llora la pareja del motorista muerto en Siero

Joaquín Vegas Fonseca, de 48 años y residente en Los Campones, se salió de la vía al llegar a la glorieta

Rotonda a la entrada de San Miguel de la Barreda donde se produjo el accidente. A. I

"No lo entiendo, es un recorrido que conocía y hacía habitualmente, no sé qué pudo pasar". Laura Rodríguez está destrozada y no para de dar vueltas a la cabeza para tratar de explicarse el trágico accidente en el que la noche del lunes perdió la vida su pareja, Joaquín Vegas Fonseca, de 48 años y con el que tenía dos hijas, de 2 y 4 años. "Me había llamado poco antes de que sucediera. Cuando volvía de Oviedo, paró a tomar un café y hablé con él, me dijo que ya salía de vuelta a casa...".

Joaquín Vegas, natural de Grado y camionero retirado, nunca llegó a su domicilio de Los Campones, en El Berrón. Cuando volvía en moto se salió de la vía en la rotonda a la entrada de San Miguel de la Barreda (en la AS-17) y falleció en el acto tras el golpe. Vegas conducía una motocicleta Kawasaki verde de alta cilindrada por esta zona que, se encuentra "poco iluminada", según apuntan vecinos y testigos del accidente. Las causas están siendo investigadas por la Guardia Civil de tráfico.

El hombre era gran amante de las motos, pero el nacimiento de sus hijas "supuso que redujera sus salidas. Era un padre devoto, estaba encantado con las pequeñas", relató ayer consternada a LA NUEVA ESPAÑA Laura Rodríguez. A pesar de ello, Joaquín Vegas seguía siendo un apasionado de las motocicletas y alguna vez montaba. "Tenía dos prótesis de cadera, motivo por el que se había retirado de su trabajo como camionero, ya hace años", explica su pareja. El fallecido no solía frecuentar grupos de moteros, prefería montar en solitario. "Como decía él, era un motero de los de antes. No era habitual que fuera acompañado".

La noche del lunes, cuando volvía solo hacia su casa se salió de la carretera por motivos desconocidos. Testigos presenciales destacan que la zona está poco iluminada a la noche. "Cuando pasé por ahí ayer ya se había producido el accidente. No se veía absolutamente nada, si alguien no conoce la carretera es fácil que se coma la rotonda", comentó uno de los testigos que llegaron minutos después del accidente.

Los vecinos están habituados a siniestros en la zona y reclaman mejor iluminación: "Arreglan el poste de la luz de vez en cuando. Pero luego se vuelve a estropear y pasan meses sin que se solucione, así no se puede ver la rotonda".

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